Ya sabemos que más vale bien comido que bien vestido, y que la cocina es el gran corazón de cualquier hogar. Por eso, es importante que cuidemos de ella y le demos el lugar que se merece, porque la cocina no es solo el lugar donde se preparan comidas, sino donde se cuece la vida. Un escenario cotidiano de conexión, creatividad y amor.
Como expertos en la vida en el hogar, IKEA diseña cada detalle pensando más allá de lo evidente. Una mesa no sirve solamente para comer, también debe resistir salpicaduras de pintura, risas con los niños o largas sobremesas. Cada producto, desde los muebles hasta los utensilios, responde a una observación real de cómo vivimos, con una apuesta firme por la funcionalidad, la calidad y el diseño consciente.
Entre las novedades más destacadas está la incorporación de la tecnología Sol-Gel, un nuevo recubrimiento antiadherente en sartenes y ollas que permite cocinar de forma más saludable, sin riesgos tóxicos y con la tranquilidad de una limpieza sencilla. Y la calidad se respalda: muchos de sus cuchillos, hechos con acero molibdeno/vanadio, ofrecen hasta 15 años de garantía, al igual que una amplia selección de baterías de cocina.
El compromiso con la durabilidad también se refleja en sus muebles de comedor. Líneas como TONSTAD, SKANSNÄS, NASINGE o LISABO apuestan por madera maciza y un diseño que combina robustez, estilo y funcionalidad para que cada comida sea una experiencia que va más allá del plato. Porque cuando un espacio está diseñado pensando en cómo vivimos realmente, todo fluye mejor.
Y con su línea de recipientes IKEA 365+, el almacenaje cobra un nuevo sentido. Fabricados en vidrio, estos envases son resistentes, higiénicos y versátiles. Permiten guardar, calentar y servir directamente en la mesa, reduciendo desperdicios y evitando el uso de plásticos. Su durabilidad, facilidad de limpieza y neutralidad frente a olores o manchas hacen que cada comida sea más sostenible. La apuesta por un diseño funcional continúa con la serie UPPFYLLD: utensilios de cocina prácticos, apilables y fáciles de usar que facilitan cada paso, desde cortar hasta servir. Lo cotidiano se convierte en cómodo, eficiente y, sobre todo, respetuoso con el medio ambiente.
En cuanto a textil, la serie RINNIG demuestra que la sostenibilidad también puede ser alegre. Confeccionada con al menos un 50% de algodón reciclado, esta colección llena de color aporta frescura escandinava a cualquier cocina. En la mesa, el estilo cobra protagonismo con vajillas como GLADELIG, que gracias a su vidriado reactivo ofrece un toque artesanal único en cada pieza. También con FÄRGKLAR, cuyas formas sencillas y colores en tendencia combinan el uso diario con la elegancia de una cena especial. Y para brindar, los vasos KLIPPLAX aportan un equilibrio perfecto entre estilo y accesibilidad. Hechos en vidrio soplado a máquina, su diseño sobrio y textura fina elevan cualquier ocasión, desde un desayuno hasta una celebración.
Con cada detalle, IKEA demuestra que tu cocina puede ser el lugar donde el diseño mejora la vida diaria, donde cada objeto tiene una función pensada, y donde cada gesto –por pequeño que parezca– suma hacia un hogar más sostenible.
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