¿Qué significa realmente ser normal? Esta es la pregunta que plantea Zaida Alonso, directora –y también intérprete– de El hambre imposible de ser normal, la obra que se representará los días 2 y 3 de octubre a las 19:30h en el Teatro del Barrio, dentro del marco de Surge Madrid 2025.
La pieza reúne a cinco actores –Rafael Carvajal, Júlia Solé, Fernando Mercè, Javier Pardo y la propia Zaida Alonso– cuyas experiencias vitales atraviesan el cáncer, el VIH, la bipolaridad o intentos de suicidio, bastante alejadas de las ideas de ‘normalidad’. Con esta obra, la compañía Teatro de los Invisibles, que hasta ahora se había centrado en el teatro documental, abre nuevas líneas de exploración.
Desde su nacimiento en 2017, la compañía ha consolidado su presencia en escenarios nacionales como el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, Surge Madrid o Festival Meet You de Valladolid. Su anterior trabajo, Contención mecánica, fue seleccionado para el XXIII Circuito de Creación Escénica Contemporánea 2025 por la Red de Teatros Alternativos.
Los estigmas en un contexto de sensibilización
“Hay que extirpar lo extraordinario porque perturba lo cómodamente ordinario”, afirma el actor Fernando Mercè mientras recrea una icónica imagen de El Bosco en escena, extrayendo la “piedra de la locura” de la cabeza de su compañero Rafael Carvajal, diagnosticado con bipolaridad.
El hambre imposible de ser normal expone las historias de vida de sus personajes, marcadas por la dificultad de encajar en el orden social establecido. La función aborda de manera directa temas como el suicidio, el VIH, la locura o el cáncer.
Hablar sobre estos estigmas resulta más urgente que nunca. A pesar de la abundante información actual, las personas con VIH siguen siendo discriminadas. Algunos de estos casos son la negación de entrada a países como Singapur o Arabia Saudita. Un 81% que ocultan su condición, según CESIDA (2024). El suicidio, aunque recientemente abordado mediante el primer plan de prevención en España, sigue siendo un tema tabú, mientras que los derechos de las personas psiquiatrizadas continúan vulnerándose en instituciones sanitarias.
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El motor de la obra es la propia directora. En 2013, Zaida Alonso fue diagnosticada con cáncer de mama, una experiencia que transformó su mirada sobre cómo la sociedad se relaciona con la enfermedad.
«El hambre imposible de ser normal es una investigación en torno al estigma que llevaba años rondando en mi cabeza a raíz de mi condición de paciente oncológica. Quise trasladar a escena la fragilidad de los cuerpos frente a las narrativas sociales que los rodean, acompañada de personas que también se apartan de la normatividad reinante”, explica Alonso.
Una obra que no solo interpela, sino que desafía la percepción de lo normal y pone en primer plano las vidas invisibilizadas por los estigmas sociales.