Jordi Maranges estrena el vídeo de 'Black Cat (Caballos salvajes)': "Es una carta de amor al drag y a los locales queer mallorquines"

El artista mallorquín estrena en Shangay el primer vídeo de su nuevo proyecto, en donde, como siempre, combina el pop con la reivindicación LGTBIQ+.

El artista mallorquín regresa con un proyecto muy especial y ambicioso.
El artista mallorquín regresa con un proyecto muy especial y ambicioso.
Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

16 octubre, 2025
Se lee en 2 minutos

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El mallorquín Jordi Maranges ha apostado desde los inicios de su carrera por la visibilidad LGTBIQ+ y por mostrar siempre en sus canciones su compromiso con aquellas cuestiones de la comunidad que le tocan y le inspiran. Ahora vuelve a hacerlo en Black Cat (Caballos salvajes).

Jordi Maranges en el vídeo de 'Black Cat, caballos salvajes'

Jordi Maranges en el vídeo de Black Cat (Caballos salvajes)

Black Cat, caballos salvajes es el primer adelanto de un proyecto muy especial, y ambicioso, de Jordi Maranges, del que va a ir publicando, poco a poco, ‘capítulos’. El álbum se titulará La balada de David y Jonatán, y nos adelanta que en él narra «una historia de amor gay intergeneracional entre un anciano que vive en una residencia, antiguo transformista que trabajó en los locales travestis más emblemáticos de Mallorca en los años 70 y 90, y un joven colombiano, inmigrante, que trabaja en la misma residencia geriátrica. A través de esta historia, en el proyecto reivindico temas fundamentales para mí como la vejez dentro del colectivo LGTBIQ+, la inmigración, la memoria afectiva y la resistencia identitaria».

El primer single, producido –como todo el proyecto– por Aaron Rux, es la primera de tres canciones en que Jordi habla de los lugares donde trabajó como transformista uno de los protagonistas de su historia, David. Es su manera de rendir homenaje a locales míticos del ambiente mallorquín, como lo era la discoteca Black Cat, que da título a la canción, y que «concentraba a casi toda la escena marica de la isla», recuerda. «¿Black Cat es aquí un lugar o una persona? Básicamente, es una carta de amor al drag y al potencial subversivo que tuvo durante muchos años». Su ambigüedad en la letra tiene un porqué: «Para que el oyente pueda hacer suya la historia».

De la producción de Aaron Rux dice Jordi Maranges: «Hemos utilizado sintetizadores analógicos y midi, pianos, vocoders, voces reverberadas y naturales, coros y arreglos de cuerda para dar forma y color a esta pequeña epopeya epistolar en forma de canción que da el pistoletazo de salida a La balada de David y Jonatán«.

El vídeo lo ha dirigido Joan Porcel, que firmó el celebrado documental sobre Samantha Hudson, y que también ha dirigido vídeos para Fades y Baaldo, entre otres. Próximamente, estrenará la película La carn, basada en el espectáculo de Lluís Garau. «En él proponemos un viaje onírico, mágico y transgresor a través de identidades en tránsito que deambulan por diferentes espacios mágicos, con dos personajes que habitan dimensiones paralelas y se terminan encontrando. Es un videoclip en clave queer con guiños a directores como David Lynch, Luchino Visconti y Xavier Dolan»

Jordi Maranges en el vídeo de 'Black Cat'

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