CAMISA Y BOMBER ELEVEN PARIS
JEANS CALVIN KLEIN JEANS
SHANGAY ⇒ En Fausto sales todo tatuado. ¿Qué tatuaje te harías tú y dónde?
PABLO RIVERO ⇒ Desde adolescente me gustaba la idea de tatuarme ‘Lucky Star’ en el antebrazo, pero la estrella iría dibujada. Y sería un tatuaje muy finito. Aunque no creo que me lo haga. Me daría miedo cansarme de él, y para el trabajo tampoco me viene bien, con el HD se ve todo, por mucho que te lo tapen. Y como casi todas las series que se hacen ahora son de época…
SHANGAY ⇒ De todas las épocas que has vivido en la ficción, ¿a cuál no querrías volver de ninguna manera con una máquina del tiempo?
PABLO RIVERO ⇒ A la guerra civil. Por la pereza que da en la ficción y por la triste realidad que fue. Aunque realmente no he hecho ningún trabajo ambientado en ella, he hecho más posguerra y las décadas que llevamos en ‘Cuéntame’. Si pudiera, volvería a grabar ahora los 70 en la serie, con un poco más de edad y de cuerpo, porque cuando la hicimos estaba raquítico y era muy peque.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué venderías tu alma al diablo?
PABLO RIVERO ⇒ Por esta profesión, y lo hago constantemente. No se trata de lamer culos ni de hacer nada que vaya en contra de tus creencias, pero a veces hay que lidiar con muchos egos y no puedes decir siempre lo que piensas y ser leal a tus principios.
SHANGAY ⇒ ¿Qué le has hecho tú al exigente director Tomaž Pandur para que te tenga tanta admiración?
PABLO RIVERO ⇒ Jamás le he lamido el culo ni nada parecido. De hecho, nos conocimos en el cásting de ‘Hamlet’, y ahí tuvimos cero química. Es un caballero, y cada vez que me ofrece un papel es como si viniesen los Reyes Magos. Es un privilegio encontrar cómplices como él, tengo tanta confianza ciega en él como Tomaž en mí.
«En esta profesión hay que lidiar con muchos egos, y no puedes decir siempre lo que piensas»
SHANGAY ⇒ En los montajes de Pandur, o terminas desnudo del todo o te pasas la función a pecho descubierto. ¿Qué tal lo llevas?
PABLO RIVERO ⇒ En ‘La caída de los dioses’ tenía miedo porque era la primera vez que me iba a desnudar, pero tenía claro que dramáticamente estaba justificado y sabía que iba a estar muy cuidado. No me preocupé, porque es como si aceptas rodar ‘Instinto básico’ y te niegas a enseñar el coño. En ‘Fausto’ solo me da vergüenza estar con el torso descubierto al saludar, porque ahí sí eres tú el que está sin camiseta. Son mucho peores algunas escenas de ‘Cuéntame’ en las que me toca salir en toalla sin un porqué…
SHANGAY ⇒ ¿Cuál es el texto clásico que deberías haber leído a estas alturas y sigues sin leer?
PABLO RIVERO ⇒ Confesaré que la segunda parte de ‘Fausto’ la terminé poco antes de comenzar la función, porque es bastante imposible.
SHANGAY ⇒ ¿Qué es lo más odioso de la popularidad televisiva?
PABLO RIVERO ⇒ Que haya directores que piensan que tu serie te tiene completamente pillado y que no puedes compaginarla con otros proyectos.
SHANGAY ⇒ ¿Y la mayor ‘absurdez’ que ha hecho un fan por ti?
PABLO RIVERO ⇒ A veces he tenido que firmar tetas y bragas, sobre todo en el Festival de Málaga, pero tampoco tengo tantas groupies… Lo que provoco mucho es que me canten. A veces un vagón entero de metro me ha cantado la canción de la serie. Y en un baño llegaron a cantarme el otro ‘Cuéntame qué te pasó’ [de Manhattan Transfer].
SHANGAY ⇒ ¿Cuál es la exigencia más ridícula que te ha hecho un director?
PABLO RIVERO ⇒ No era ridícula, pero casi hago el ridículo en ‘Neckam’ (Gonzalo Tapia, 2013). Porque interpretaba a un gimnasta, y en una secuencia tenía que hacer el pino, y era incapaz. Al final tuvimos que hacerla en clave de comedia para justificar que lo hiciera tan mal.
SHANGAY ⇒ ¿Alguna superstición que apliques a cada nuevo trabajo?
PABLO RIVERO ⇒ En teatro sí me creo dinámicas relacionadas con el orden que si me funcionan tengo que repetir metódicamente. Me vuelvo muy cuadriculado –de por sí soy muy ordenado– y tengo que hacerlo todo en un orden concreto para quedarme tranquilo. Sobre todo cuando trabajo con Pandur, que te hace manejar tantos elementos y tantos cambios.
«A veces un vagón entero de metro me ha cantado la canción de la serie. Y en un baño llegaron a cantarme el otro Cuéntame qué te pasó»
SHANGAY ⇒ ¿Una prenda o complemento fetiche?
PABLO RIVERO ⇒ Un mosquetón de Marc Jacobs un poco macarra que me compré para las llaves, lo llevo siempre anclado.
SHANGAY ⇒ ¿Slip o bóxer?
PABLO RIVERO ⇒ Slip. Porque voy más agarrao [risas]. Imagínate si no cuando llevaba en ‘Cuéntame’ los pantalones de los 70…
SHANGAY ⇒ ¿Qué serías capaz de hacer por un buen papel?
PABLO RIVERO ⇒ Lo que hago muchas veces, entregarme en cuerpo y alma y quedarme sin vida propia.
SHANGAY ⇒ ¿Qué personaje bordarías que todavía no te han ofrecido?
PABLO RIVERO ⇒ Uno de comedia romántica. Y un malo malísimo, tipo psicópata, es algo que llevo dentro porque el tipo de películas que protagonizan me gustan. Porque en general puedo parecer un buen chico, pero también podría ser un bicho si me lo propusiera.
LA OBRA ‘FAUSTO’ SE REPRESENTA HASTA EL 11 DE ENERO EN EL TEATRO VALLE-INCLÁN (PZA. DE LAVAPIÉS, S/N) DEL CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL DE MADRID. LA NUEVA TEMPORADA DE ‘CUÉNTAME CÓMO PASÓ’ SE ESTRENA EL 8 DE ENERO EN LA 1 DE TVE.
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