No es ninguna novedad que en los últimos tiempos escuchemos a la gente hablar sobre juguetes sexuales y prácticas que van más allá de lo básico. Francisco José Pedregosa, asesor sexual y gerente de un sex-shop online, señala que “hoy en día las nuevas generaciones no tienen pudor para reconocer que utilizan juguetes sexuales, no les da vergüenza hablar de esto, ese pudor se nota más en la gente mayor”.
“Siempre han existido los juguetes, antes se vivía en silencio, pero ya no, ya ha salido todo a la calle y la gente no siente miedo o vergüenza al hablar de esto”, afirma el asesor murciano. Y puntualiza que “hablar sobre este tema ayuda a que se utilicen más, pero la industria de los juguetes sexuales siempre ha existido”.
Son muchas las parejas que desean introducir a un tercero en la cama, pero esto, en ocasiones, puede provocar problemas en la relación y descartan esta idea. Pedregosa apunta que “hay personas que tienen miedo a ser sustituidas por un juguete, deben entender que hay más cosas”.
Sobre este temor, anima a la gente a que lo pierda y consulte a un experto: “Para eso estamos los asesores, nosotros los orientamos”. Explica que “existen parejas que tienen la fantasía de meter a otra persona en las relaciones sexuales, pero no lo hacen por tema de celos; en ese caso, se podría emplear un dildo”.
La rutina sexual puede llevar al aburrimiento en la cama en las parejas, por eso es importante conocer qué otros recursos tenemos más allá del piel con piel. “El uso del juguete te permite ampliar las relaciones sexuales, tanto en solitario como con más personas, es una forma distinta de disfrutar de la sexualidad”.
Acerca de los juguetes sexuales más vendidos, nos cuenta que entre el público gay los más exitosos son los anillos, plugs, dildos, masajeadores de próstata, masturbadores y bombas de vacío; en el caso de los plugs y los dildos, se pueden encontrar también con control remoto. “Puedes jugar con tu pareja de forma remota, dándole los diferentes patrones y vibraciones al juguete desde la distancia”.
En el caso de los masajeadores de próstata, el fin no es solamente lúdico, ya que, según Pedregosa pueden prevenir enfermedades: “Más allá de la función lúdica, pues provocan orgasmos mucho más intensos, tienen la ventaja de que a la vez que lo disfrutas te permite cuidar tu salud sexual; así se puede prevenir la prostatitis y el cáncer de próstata”.
Con juguetes como los anillos y las bombas de vacío, recomienda llevar especial cuidado. Los anillos, al ser un producto que estrangula la zona del pene, pueden provocar lesiones si está demasiado presionado y lo usamos más del tiempo recomendado. Si los usamos de manera adecuada tienen tres funciones: “Mantener la erección, aumentar la duración en el sexo retrasando la eyaculación y tener orgasmos más intensos”.
Con las bombas de vacío, “si nos pasamos de la presión, podemos ocasionar rotura de capilares y nervios, y podemos conseguir justo el efecto contrario al esperado, en vez de tener una erección, podemos perderla por dolor”.
Pedregosa afirma que dentro de la salud sexual, los preservativos son un básico tanto en relaciones cerradas de pareja como en el sexo esporádico: “En el caso de las relaciones de dos personas que no han tenido contacto con otras durante bastante tiempo, y no hay miedo a contraer una ITS, se recomienda también el uso del preservativo por la transmisión de bacterias que puede haber al mantener sexo anal, por mucho que haya limpieza antes de la práctica sexual”.
Algunas drogas como el popper y el alcohol lo que hacen es desinhibir a las personas, quitarle importancia al uso del preservativo y buscar relaciones más placenteras. “El preservativo siempre te va a quitar algo de sensación, pero si lo usas siempre no vas a echar de menos esa sensación, los hacen lo suficientemente finos para obtener el máximo placer”.
Para aclarar algunas dudas acerca de las ventajas que tienen los juguetes sexuales y sobre el riesgo de consumir popper para ampliar nuestras experiencias sexuales, hemos entrevistado al doctor Jesús Eugenio Rodríguez, director del Instituto Sexológico Murciano.
SHANGAY ⇒ Respecto a los juguetes, ¿podrías mencionar las ventajas principales de emplearlos en las relaciones de pareja y de manera individual?
DR. RODRÍGUEZ ⇒ Los juguetes sexuales son una herramienta que puede enriquecer el repertorio de conductas sexuales en una pareja y, por tanto mejorar su salud sexual y la calidad de sus relaciones. No obstante, es muy importante que el usuario entienda qué tiene entre manos, ya que en ocasiones pueden desencadenar disfunciones sexuales si no se usan de forma adecuada. Por eso su venta debería estar asociada al consejo de un experto. De manera individual, son varias las líneas de tratamiento tanto para disfunciones sexuales masculinas como femeninas que se derivan del uso de juguetes sexuales. Destacaría el proyecto que lleva a cabo el Instituto Sexológico Murciano, la Universidad Miguel Hernández de Elche y la empresa sevillana Myhixel, que han desarrollado un dispositivo de ayuda a la masturbación y una metodología para el tratamiento de la eyaculación precoz que ya se está usando en Europa y Estados Unidos, y que ha demostrado ser eficaz en dos ensayos clínicos hasta el momento.
SHANGAY ⇒ Algunos juguetes sexuales pueden generar aislamiento… ¿Es esto un inconveniente del juguete en sí mismo o más bien un problema de cada individuo?
DR. RODRÍGUEZ ⇒ Bien utilizados y sabiendo para qué sirven, son completamente inofensivos. Lo que ocurre es que a veces caen en manos de personas que, por sus patologías previas, agravan sus problemas más que ayudar.
SHANGAY ⇒ ¿Se considera el popper una droga? En España no está legalizada esta sustancia…
DR. RODRÍGUEZ ⇒ Sí, es una droga incluida en el Plan Nacional sobre drogas del Ministerio de Sanidad. Por su contenido en nitritos de amilo y alquilo, técnicamente está considerado como un medicamento, aunque es cierto que dejó de usarse hace unos años. Por tanto, está sometido a las regulaciones que rigen los medicamentos y estaríamos ante un delito contra la salud pública si su producción o su venta no estuviera autorizada por la Agencia del Medicamento.
SHANGAY ⇒ ¿Qué perjuicios puede tener en la salud de sus consumidores?
DR. RODRÍGUEZ ⇒ Son muchos los efectos nocivos que se han descrito de su uso, pero de los estudios publicados hasta la fecha destacaría el riesgo de intoxicación por sobredosis y los problemas de visión central que parecen afectar a alrededor del 10% de los consumidores, y que podrían ser causa de graves maculopatías. También es frecuente su consumo con alcohol, lo que puede provocar un cuadro de hipotensión severo. Además, es muy inflamable.
SHANGAY ⇒ Se dice que es una droga sexual que está estrechamente vinculada al mundo homosexual…
DR. RODRÍGUEZ ⇒ Es ampliamente conocido su uso en el contexto de hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, aunque sin duda no son los únicos usuarios de esta droga. Durante muchos años, se ha considerado una droga blanda asociada a diversas prácticas sexuales de riesgo y a una mayor prevalencia de ETS entre sus consumidores. Los estudios se han centrado mayoritariamente en este colectivo por esta razón, y porque es donde su uso parece estar más generalizado. Por ejemplo, se ha podido determinar que es la cuarta droga más consumida entre los hombres que practican sexo con otros hombres de manera habitual, que su consumo se relaciona con un mayor riesgo de contagio del VIH o que es la droga reina del chemsex en nuestro país.
SHANGAY ⇒ ¿Puede generar dependencia? Se normaliza una forma de tener sexo de la que luego es complicado desvincularse..
DR. RODRÍGUEZ ⇒ Sin duda, sí. Muchos de los consumidores habituales la necesitan para poder tener relaciones sexuales, especialmente cuando hablamos de sexo casual o actividades en grupo. Si bien no genera una mejora tan clara en el desempeño sexual más allá de unos segundos, la dependencia psicológica que genera puede ser elevada entre los usuarios y actuar en muchos casos como un placebo.
SHANGAY ⇒ ¿Podrías aportar algún dato sobre el consumo de popper en España?
DR. RODRÍGUEZ ⇒ El 85% de asistentes a una fiesta chemsex lo consume, según un estudio de 2016 subvencionado por Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España. En un estudio de 2019 publicado en Plos One, sobre una muestra de 1401 personas con VIH en España, el 45’04% afirmaba haber consumido popper en el último año varias veces.