El Papa Francisco se declara «favorable» a las uniones gais civiles. Estas palabras han supuesto toda una revolución en la postura de la Iglesia católica con respecto al colectivo LGTBI, y un bombazo informativo que ha dado la vuelta al mundo en segundos: «Las personas homosexuales tienen derecho a formar una familia», asegura el hombre que hace unos años también abrió todos los informativos del planeta con el famoso «¿Quién soy yo para juzgar a un gay?».
Francisco es ahora noticia gracias al estreno del documental Francesco en el Festival de Roma, dirigido por Evgeny Afineevsky. En uno de los momentos del documental, el Papa afirma: «Las personas homosexuales tienen derecho a formar una familia. Son hijos de Dios, y tienen derecho a tenerla. Nadie debe ser expulsado o estar descontento por ello. Lo que tenemos que crear es una ley sobre uniones civiles. De esa manera estarán cubiertos legalmente. Yo lucharé por ello». Unas palabras que han provocado toda una revolución, pero que llegan tarde, pues son muchos países los que ya han legislado sobre ello, y siempre con la oposición de la Iglesia.
Como ocurre siempre en estos temas, la Iglesia llega tarde con respecto a la sociedad
No es la primera vez que Francisco aborda un tema tan conflictivo en la Iglesia católica, que desata posturas tan enfrentadas que hasta varios obispos han llegado a desautorizar al mismísimo Papa.
Como decimos, estas palabras de Francisco surgen tras un largo viaje de la Iglesia al respecto. Por ahora, el Papa rechaza la palabra «matrimonio», y solo se refiere a las uniones civiles.
En los últimos años, la Iglesia ha reconocido la necesidad de una legislación para las parejas homosexuales. Varios cardenales han hablado de la necesidad de dar orden y forma jurídica a los derechos de las personas que integran parejas del mismo sexo, sin solaparse con la institución del matrimonio ni alterar la relación entre padres e hijos con construcciones legales problemáticas. Es decir, lo único que plantean es aceptar lo que las legislaciones civiles que medio mundo ya reconocen. Un paso importante, sin duda, pero que, insistimos, llega tarde. Como ocurre siempre con la Iglesia católica en estos temas.
Francisco no está lanzando este discurso con respecto a Italia ni a la legislación de este país, sino al mundo. Recordemos que el Papa es el obispo de Roma, pero, sobre todo, sus palabras tienen predicamento en todo el orbe católico. Para la prensa italiana, estas palabras son un discurso amplio que quiere sensibilizar a la Iglesia en sí misma en un terreno delicado, en el que no todos hablan el mismo idioma.
Tradicionalmente, este tipo de cuestiones se comunican en una encíclica y no en una película; igual pronto llega un desmentido del Vaticano
Pero, curiosamente, Francisco no ha seguido los cauces habituales del papado para dar un paso como este. Si tradicionalmente los pontífices utilizan las encíclicas para fijar la doctrina de la Iglesia, Francisco se ha servido de una película documental sobre su persona para dar un paso así. Por eso no sería de extrañar que en las próximas horas salga algún tipo de ‘desmentido’ afirmando que esta no es la doctrina oficial de la Iglesia. Habrá que esperar.
Entre los momentos más conmovedores de la película, está una llamada telefónica del Papa a una pareja homosexual, con tres hijos pequeños dependientes, en respuesta a una carta de ellos en la que mostraban su gran vergüenza por traer a sus hijos a la parroquia. El consejo que Bergoglio da a la pareja es llevar a los niños a la parroquia, independientemente de los comentarios que ello pueda motivar.
Hay otro testimonio muy especial en la cinta: el de Juan Carlos Cruz, víctima y activista contra el abuso sexual, que estuvo presente en el estreno de la misma junto al director. «Cuando conocí al Papa Francisco me dijo cuánto sentía lo sucedido: ‘Juan, es Dios quien te hizo gay, y en todo caso te ama. Dios te ama y el Papa también te ama».