A pesar de las innegables dificultades que nos ha traído el 2020, para la modelo, actriz y youtuber Penélope Guerrero ha sido un gran año. “El confinamiento me ha ayudado a pasar más tiempo conmigo misma, a frenar el ritmo. Ahora estoy muy bien, con mucho trabajo y muchos proyectos”.
Entre ellos tiene pendiente el estreno de Sky Rojo, la nueva ficción del creador de La casa de papel, que llegará en 2021 a Netflix. “Es una serie que va de la trata de personas y, por desgracia, interpreto a un personaje trans. Llegará el momento en que podamos hacer cualquier personaje, pero ahora mismo lo que se hace es puro marketing, por muy mal que suene. Van a salir millones de papeles de mujeres trans hasta que alguien tenga la mente suficientemente abierta y rompa estos estereotipos”.
Y es que, aunque el colectivo trans esté viviendo un gran momento de reconocimiento sociopolítico en nuestro país –“Estamos alzando la voz y, gracias a eso, muchas personas se están dando cuenta de su realidad”–, lo cierto es que aún encontramos muchas trabas por resolver en pro de la igualdad. “Hay un discurso de odio provocado por el miedo”, explica. “Han contado siempre que las personas trans somos malas, putas, drogadictas… Y los privilegiados tienen miedo de que sus ideales se vean afectados. Es lo que pasa siempre, cuando hay algo que una parte de la sociedad no corrobora, se buscan todas las formas posibles para evitar que eso ocurra”.
Por no hablar de las zancadillas dentro de la propia lucha feminista por parte de las TERF. “Esas personas no son feministas. El feminismo busca la igualdad entre todos los sexos, géneros y personas, independientemente de su identidad de género u orientación sexual”.
A pesar de todo esto, Guerrero tiene la convicción de que algún día hablaremos de estas barreras en pasado. “Ocurrirá igual que ha pasado con el hombre gay, que dentro del colectivo LGTBI es el que puede disfrutar hoy de una vida más plena. Eso no quita que todavía haya personas que acosen, agredan y vayan en contra. Esto va a ocurrir siempre, todavía hay personas que apoyan a Franco y hace ya más de cuarenta años que murió”.
Para poner su granito de arena en el avance por los derechos y libertades de las personas trans, la andaluza utiliza su trabajo en redes sociales para hacer activismo, pero para ella es sobre todo “ser fiel a tus principios y valores”.
Su manera de hacerlo es muy amplia, ya que “no me centro en mi transición como la única. Cada persona trans pasa por un proceso que nadie más va a vivir, y tiene que dar los pasos que ella misma crea necesarios. El feminismo ha tenido una parte muy importante en el avance del colectivo trans. Ahora viene una mujer cis y dice que no se depila o no se maquilla porque no le sale del coño. Una vez que hemos empezado a adoptar ese discurso, nos hemos dado cuenta de que no necesariamente tenemos que hormonarnos, depilarnos, maquillarnos… Es solo una opción”.
Su deseo para 2021 es conciso. “Evolución y mejora. Que nos den el permiso de enseñar cuál es la verdadera realidad de las personas trans”.