1. Anna, la rusa perversa
Esta joven rusa viene a conquistar el corazón de Diego, el friki cinéfilo. Está dentro de nuestra selección por ser la más malvada y arpía de todas sus compañeras, sus críticas a Estrella, la madre del tróspido, no tienen desperdicio. Hipócrita hasta la saciedad, sus frívolas declaraciones nos encantan.
En el programa de ayer pudimos ver lo bien que se lleva con sus compañeras, a las que calificó de ratas que no valen nada: “Me tienen envidia porque yo soy la mejor”.
Pero lo que más nos gustó fueron los ‘piropos’ a su ‘futura suegra’: “Va de diva y es una pesada y una vieja”.
Le dijo a Estrella que le encantaba su casa, pero en verdad piensa que la madre de Diego tiene un pésimo gusto y se trata de una casa de pobres. “También he visto unas gafas rosas en la habitación de Diego, espero que no sea maricón”, ha dicho la rubia, sin pelos en la lengua.
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2. Sara, la divineo-poderío
Sara, la superdiva exclusiva. Según ella es “única en el mundo y en el universo”, es “súper exclusiva y lo más”. Le gusta sentirse poderosa y le encanta el ‘divineo’. Una pesada ególatra de cuidado: “Rafa es lo más, quiero que todo el mundo nos admire y que perciba nuestra exclusividad”. Pero bueno, la chica tiene su gracia.
Sara se quedó muy decepcionada al ver que tenía que hacer un viaje en furgoneta: “Yo no viajo en furgonetas, no tienen nada de glam ni de divineo, eso es un horror, un fake”. Pero cuando vio que solo era el transporte hasta el jet privado de Rafa, la divineo exclamó: “Esto es otra cosa, es híper, lo más, el bababúm”.
Cuando llegaron finalmente a Marbella, residencia del tróspido millonario, todas alucinaron con la casa, en especial nuestra amiga Sara: “Ver la casa ha sido lo más. Es un nivel súper mega híper alto. Para que yo diga esto, o sea, ¿hello?, tiene que ser un bababúm”, y fuimos testigos de su gran riqueza léxica.
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3. Noelia, la mística sefardita
La ascética Noelia, capaz de hablar con los espíritus y saber si le han sido infiel mirando los testículos de sus amantes. Esta joya proveniente de Málaga es tan rara como ocurrente. Se daba a conocer a su pretendiente con esta perla: “Fui relaciones públicas de tiburones blancos, y buceaba con ellos con una bombona de butano”, un lapsus que el ‘perspicaz’ David supo corregir más tarde: “Creo que se refería a una bombona de dióxido de carbono, sino no sé cómo iba a respirar”. Claro que sí, David, el CO2 es justo lo que necesitamos para respirar los humanos.
Rosa tuvo una idea genial, llevar a su hijo y a las chicas a una casa de meditación espiritual. Pero allí nuestra mística Noelia tuvo una pelea espiritual con el gurú, un tal Manantial de luz: “¿Y si yo no quiero encontrar a mi yo porque estoy poseída por un espíritu?”. Vamos, que para rara ella y punto.
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4. Fátima, la coleguita
Fátima, sincera, malhablada y espontánea. Una bomba de chica con la que no hemos parado de reírnos cada vez que abría la boca. Quizá la sinceridad está sobrevalorada. Nos quedamos con algunas de sus mejores frases como: “Que me cague una paloma y me deje ciega y sorda. No puedo más del aburrimiento”.
En el programa de ayer pudimos ver una interesante conversación entre Fátima y Noelia: “Yo no quiero nada con él si se ha comido un mandingo”, decía Noelia, refiriéndose a David. “Ah, pues mi padre es un mandingo”, exclamaba Fátima. “Mandigo es un chumino” (Noelia). “Pero qué dices, gilipollas, mandingo es una tribu de Gambia. Es como si llamo yo a mi chichi gaditano” (Fátima).
Al llegar a casa del tróspido, nos llevamos la amarga sorpresa: Fátima era la expulsada por David, él solo la ve como una colega.
Pensamos que su salida será una auténtica pérdida para el programa, una fuente de ingenio y frases célebres se nos va.
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5. María José, una madre muy ‘personaje’
Del participante Markus nos quedamos con su madre, ninguna de sus pretendientes están a la altura de la cómica madre gallega. Por su bufonesca forma de ser, por las caras que pone, porque parece venir de otro planeta. Sencillamente un auténtico ‘personajillo’.
Nos morimos de risa en su primer encuentro con Cristina, ‘la chica maricón’:
Luján se ha reunido con María José para descubrir los secretos de algunas de las pretendientes de su hijo. Pero se lio un poco con la palabra ‘hooligan’:
María José quiso compartir su sabiduría con las chicas, que se quejaban del tonteo de Markus con todas, a través de un refrán: “Los hombres tienen siete chalecos, que se van quitando, y el último nunca se lo quitan”. ¿Tú lo has entendido? Nosotros tampoco. ¿A qué se referirá la madre de Markus con la metáfora de los chalecos, es que el chico tiene algo que destapar? Qué familia tan misteriosa.