“¡Hola! Soy Álex, un chico transgénero de casi 16 años de Galicia, España. Busco recaudar dinero para poder realizar una operación de pecho y poder ir a la playa sin preocupación, entre otras muchas cosas”. Así comienza el llamamiento de un adolescente gallego para conseguir dar un paso más en su incansable lucha porque ser aceptado como el chico que es.
Hace unos días, Álex Mariño Ferrío lanzó una campaña en una popular web de recaudación de fondos para esas causas personales que, como la suya, importan. “Me gustaría poder realizar esta operación cuanto antes para al fin sentirme yo mismo”, explica el gallego agradeciendo por adelantado el apoyo que pudiera recibir.
Desde los 11 años, Álex está en proceso terapéutico. “Aún no he empezado con testosterona, pero llevo tomando bloquedores desde hace cerca de tres años”, indica Álex en la nota del crowdfunding.
Además de administrarse el tratamiento oportuno para el freno del desarrollo de caracteres sexuales secundarios y del estirón de crecimiento puberal, el joven ha sido evaluado psicológicamente con periodicidad. Ambos pilares son fundamentales en el abordaje endocrinológico de cualquier menor con disforia de género.
En el caso de Álex, también sueña con poder someterse a una mastectomía. “Hace unos meses, con el psicólogo a favor, decidimos que le operábamos por privado para no esperar a los 18 años; pero unos días antes de la operación, le cambiaron a un psicólogo que le dio un informe negativo y se canceló”, nos cuenta indignado su hermano César, que tuvo que aguantar cómo dicho psicólogo verbalizaba que si su hermano tenía complejo con sus pechos “se pusiera un sujetador deportivo o una camiseta y ya está”. Y es que César sigue sin dar crédito a ese informe psicológico negativo; nos lo resume en sus propias palabras. “Hay psicólogos de mente muy cerrada que creen que como mi hermano no está llorando por las esquinas, pues que está todo bien como está”.
Llevar a cabo esta operación cuanto antes no es ningún capricho. Es una realidad probada que el daño psicológico del menor trans es más bajo cuando consigue aceptarse a sí mismo. En el caso de Álex, realizarse la mastectomía es clave para alcanzar esa autoderminación de género; por lo tanto, acortar el plazo de la cirugía favorecería su adecuada y pronta adaptación psicosocial.
“El cirujano nos dijo a la familia que le operaba con autorización de los padres a partir de los 16. Mi hermano cumple los 16 en junio, y el otro día nos sorprendió a la familia iniciando un crowdfunding para ayudar económicamente a su operación”, cuenta César, que confiesa que un desembolso de unos seis mil euros –que es lo que cuesta aproximadamente la cirugía– supone un gran esfuerzo para una familia humilde como la suya. Hasta el momento, Álex ha conseguido recaudar 1.330 euros… ¿Le damos un empujoncito entre todos para que pueda alcanzar su meta?