«¿En qué momento perdimos la empatía?», se pregunta el equipo de Calígula murió. Yo no, la revisión del clásico de Albert Camus escrita por Clàudia Cedó que ha llegado al Centro Dramático Nacional. “Es un estreno muy bonito, muy valiente y muy comprometido. Con un elenco muy grande, conformado por actores de España y Portugal en total inclusión”, nos cuenta ilusionado el actor Jesús Vidal, que interpreta al director de una compañía que, en un ejercicio de metateatro, se prepara para representar una adaptación de Calígula.
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“Mi personaje está obsesionado en hacer una obra de teatro perfecta, y eso le impide ver más allá, algo que casa con mi ceguera real (Vidal tiene una discapacidad visual del 90%). Y en esa búsqueda de lo absoluto pasa por encima de los sueños de las personas que le rodean, y también de los suyos propios”.
Más allá de la diversidad de su reparto, donde encontramos actores y actrices con discapacidad física e intelectual, la obra se desarrolla en castellano, portugués y en las lenguas de signos de ambos idiomas; también será accesible para personas con discapacidad auditiva y contará con varias funciones con audiodescripción.
Un ejercicio que Vidal espera que marque un antes y un después. “El teatro avanza hacia la inclusión. Esta obra va a ayudar a entender que diversidad no es solo incluir a gente con discapacidad y otra que no. Diversidad también es mezclar lenguas, razas, condiciones sexuales, culturas… Todo eso enriquece el arte, hace que sea mucho más potente”. De hecho, él ha formado parte de anteriores obras y talleres que apuestan por un teatro más rico y diverso. «Para mí, el CDN y el festival ‘Una mirada diferente’ son mi vida artística y gran parte de mi vida personal. Es una experiencia maravillosa a nivel de formación y también es una gran oportunidad profesional».
Sin embargo, el actor leonés no percibe esa tendencia en las calles. “La sociedad está muy polarizada. El intento de buscar los objetivos propios eclipsa la empatía, y esta obra habla de eso. Nos paramos poco a entender y amar al otro, y perdemos mucho tiempo en mirarnos el ombligo”.
A pesar de todo, Vidal no pierde la esperanza de un mañana más solidario. “A lo mejor esta pandemia es un punto de inflexión para pensar en lo que hemos hecho con el planeta y con los otros seres humanos. Un buen momento para reflexionar y comenzar de nuevo”.
Aunque su trayectoria profesional siempre ha estado ligada a las tablas, lo cierto es que el éxito le vino gracias al cine, con la premiada Campeones. «El teatro y el cine tienen una parte de interpretación común, pero son medios maravillosamente distintos. El teatro me ha enamorado desde siempre, y el cine me ha seducido; entonces ahí estamos, entre esos dos amores».
Por si no fueran estas suficientes pasiones, Vidal también ha publicado el libro Sala de espera. «Aparte de lo que es un poco mi vida contada de una manera literaria, en el libro hay relatos y poesía de muchos temas. Se aborda la temática amorosa, temática LGTBI… Por eso creo que puede ser bonito que la gente se acerque a esa sala de espera».
CALÍGULA MURIÓ. YO NO SE REPRESENTA hasta el 6 DE JUNIO EN EL TEATRO MARÍA GUERRERO de madrid