Nada ni nadie puede con un beso gay

No es más que un beso, sí. Pero la escena es preciosa. Thomas, miembro de la Marina de los Estados Unidos, fue el protagonista del apasionado momento en el que los familiares aguardan a sus seres queridos tras un largo tiempo en alta mar. El submarino en el que se encontraba regresó el pasado lunes tras 7 meses en el Pacífico, y claro, la ausencia se tiene que notar.

La pareja fue elegida para abrir la ceremonia de recibimiento, algo que sucede por primera vez si hablamos de dos personas del mismo sexo. “Todos estaban muy emocionados, pero fue como cualquier otro beso”, contaba Thomas nada más producirse el momento. De eso se trata, de que cualquier acto como este se haga desde la más absoluta normalidad.

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