Los hipstercachas, a diferencia de los hípster de antaño, son tíos que han llevado a su máxima la estética hípster. Una apariencia de leñador, barbas desaliñadas, flequillo y tattoos, combinada con el culto al cuerpo, y una imagen más cuidada. Una fusión que ha dado tiazos como los que te presentamos a continuación.
La cultura hípster nació como una subcultura asociada a la música independiente y afín a estilos de vida alternativos. Parecía una moda exclusiva de frikis de la música, películas de cine independiente, revistas alternativas y sitios de moderneo.
Hípster deriva de la palabra hip. En los años cuarenta, los músicos de jazz usaban la palabra hip para describir a cualquier conocedor de la emergente subcultura afroamericana, lo cual incluía saber de jazz. Los miembros de esta subcultura fueron llamados hepcats, un término que luego se transformó en la palabra hípster.
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La moda hípster tuvo su boom en España alrededor de 2009-2010. Ahora cualquiera diría que es algo pasado de moda, pero lo cierto es que cada vez son más los que se dejan seducir por su estética de tatuajes, dilataciones, barba y camisas de leñador. Sobre todo esta nueva tendencia de hipstercacahas de tremendos cuerpos y barbas bien recortadas. Si no me crees, te invito a que des una vuelta por el barrio de Malasaña en Madrid, y eches un vistazo a las florencientes barberías que se abren paso en la zona.
Lo cierto es que la hipstería es difícil de enterrar. Si le dices a un hípster que lo hípster ya no se lleva, te responderá con frases como «claro que no, hace mucho que ser hípster es mainstream”, vamos que está pasado. O cosas como “yo era hípster al principio, pero luego se volvió muy comercial, y eso es tan poco hípster”. Es decir, el principio básisco de ser hípster es no seguir tendencias, lo que convierte al hípster en la tendencia eterna, vamos, el pez que se muerde la cola.
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Pero a nosotros lo que nos interesa ahora es hablar de esos chulazos de dos metros, con melenas o flequillo bien arreglado, barbas sexys y cuerpos de infarto. Esos leñadores canadienses, de botas campestres, chupa de cuero y vaqueros rotos, a los que hemos bautizado como hipstercachas.
Elementos básicos de todo hipstercachas son:
1. La barba: Imprescindible en esta subcultura. Debe parecer desaliñada, y digo debe, porque en realidad el hípster cuida su barba como si fuera su más preciado tesoro. Barbas largas y bien recortadas, fruto de muchas horas en la barbería.
2. El pelo: Largo o semi largo. Todo hípster tiene un buen flequillo o una buena melena que luce limpia y esplendente. Un rasgo que unido a la barba realzan la masculinidad de este.
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3. La vestimenta: Camisas de franela a cuadros, pantalones vaqueros rotos y cagaos, chupas de cuero, camisetas grandes y remangadas, camisetas de tirantes holgadas, converse, botas de campo. Todo muy rollo leñador canadiense.Un estilo muy depurado y alternativo.
4. El físico: Esto los diferencia del resto de hípster, una versión más musculada, pero no hinchada. Lo que define a estos tiazos es su calidad muscular, cachas sí, pero bien definido.
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5. Tatuajes en el cuerpo: Culto por la estética más depurada, decoran su cuerpo con los tattoos más emblemáticos, como si de una obra de arte se tratara. Una selección que a veces responde a vivencias de su vida o forman parte de la personalidad del sujeto. Tatuajes que adornan el esculpido físico del hípster en brazos, manos, torso, espaldas, incluso cuello y partes de la cara.
6. Cultura alternativa: En el caso del hipstercachas, parece que nos encontrammos ante un subgrupo que se aleja de este mundillo friki de música, cine independiente, y estilos de vida alternativos, y se acerca más al culto a la apariencia, la moda, la estética y la devoción al cuerpo.
En resumen, nos encontramos ante una nueva modalidad de gay o hetero que convierte el estilo desaliñado de hípster en una vertiente más refinada y musculada, algo que nos trae de cabeza a muchos. Un tiazo que llega al gym para dejar en ridículo a cualquiera de esas musculocas que han quedado desfasadas, más masculino y por ende más interesante. Dejemos paso pues a esta nueva subespecie más avanzada.
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