Tontheridas: "Desabrazados"

Temas: David Rivas, Gay, Juan Carlos Prieto, Relato, Tontheridas

DESABRAZADOS

Un no abrazo el tercer día que quedamos, ese fue el motivo de nuestro primer enfado. Le dije que no lo hiciera en ese sitio en el que estábamos, no tanto porque nos pudieran ver, sino porque yo soy bastante reservado con las muestras de afecto en público y eso a él le molestó.

Entiendo que sea chocante para alguien que ha crecido en un país donde las muestras de afecto entre dos hombres en público están prohibidas… Su propia madre le dijo cuando salió del armario que ella ya lo sabía y que no estaba mal eso ser gay pero que si decidía “serlo”, que lo fuera como el cantante de moda de su país, que todo el mundo sabía que lo era pero que eso no era motivo suficiente como para no casarse con una mujer y no tener una familia.

Estaba claro que él no quería jugar a aparentar ni a morderse el corazón cada vez que le apetecía hacer algo. En aquel momento tan solo quería abrazarme y yo le negué el abrazo. Le dije que su reacción había sido algo infantil, y que no quería que me entendiera sino que me respetara. Él seguía dolido hasta tal punto que preferí llevarlo a su casa, pues no me apetecía continuar de aquella manera.

Al llegar a su calle me dijo que no quería que aquello terminara así, que no se encontraba bien, que si podíamos irnos a tomar algo antes. Sentía la necesidad de entender por qué reaccionaba de esa manera cuando se sentía molesto por algo. Le dije que probablemente tendría mucho que ver todo lo vivido a nivel familiar durante toda su infancia y adolescencia. Tu propia madre diciéndote cómo tienes que vivir, guardándote tu secreto, pero claro, para ella eso no era difícil pues llevaba toda la vida de su hijo guardando el secreto sobre quién era su verdadero padre. Lo que ella no sabía es que él era conocedor de aquello, porque parece ser que al final no son solo las madres las que lo saben todo…

Al día siguiente le pregunté que qué tal estaba. Me dijo que se había despertado pensando que no sabía lo que le había pasado el día anterior y que segundos más tarde había encontrado la respuesta: “vivir”.