Una exposición antológica en el IVAM de Valencia recupera la figura del granadino Miguel Benlloch, figura clave del movimiento activista homosexual de Andalucía, y entre otras cosas, poeta, ensayista y performancero, como a él le gustaba definirse. Con la creación de su Cutre Chou a mediados de los ochenta dio cabida a lo político en el frívolo mundo de las libertades recién ganadas.
Podríamos decir de Miguel Benlloch que es el sosias antitético de, por ejemplo, Paco Clavel. Basándose en una estética de lo cutre –aunque la de nuestro idolatrado Paco está mezclada con lo kitsch–, entendido como una práctica no normativa y con los materiales que tenía a su alcance, logró dar forma a una serie de acciones performativas que, al contrario de nuestro Paco, no hacían hincapié en lo estético o lo lúdico, sino en lo político: representaba en formato ínfimo de cabaret sátiras sobre los acontecimientos políticos de la actualidad mientras reivindicaba, como pionero en España, la diferenciación queer, el feminismo, el cuerpo diverso, lo impropio y la voluntad de reflexión desde lo vago, lo ilegal o lo des-identificado.
Muchos años antes, desde su militancia en las Juventudes Revolucionarias Andaluzas y el Movimiento Comunista a principios de los setenta, había impulsado la creación del Frente de Liberación Homosexual de Andalucía, tan activo y fundamental para la conquista posterior de derechos (entre ellos, la despenalización de la homosexualidad, en 1978). Con la Transición, se embarcó en la campaña anti OTAN, dado su profundo pacifismo, y también en la creación de espacios de reflexión y acción antinormativos.
Fundó Planta Baja en Granada en 1983, un espacio histórico que abrió la mentalidad española a lo experimental, algo que las instituciones culturales de aquel entonces se negaban a propiciar, parte por miedo ante el libertarismo radical, parte por desconocimiento de lo que estaba sucediendo en el resto de Europa. Allí realizó muchas de sus acciones de Cutre Chou entre 1986 y 1998.
En un proceso de expansión geográfica de estas ideas, en 1988 funda en Sevilla BNV producciones: un proyecto de intermediación cultural para, precisamente, entrar en la agenda oficial cultural de las instituciones. Activo hasta su fallecimiento en 2018, pertenece a ese tipo de personalidades intelectuales poco conocidas tan necesarias en un país que no las aprecia, pero que gracias a su labor sufre grandes y benditas mutaciones.
Desde los noventa se convirtió en un aliado del feminismo y, ya en los 00, de la diversidad de género y los cuerpos disnormativos, es decir, la antesala de nuestro movimiento gender fluid actual. Esta exposición no solo le hace justicia: es un repaso a su trayectoria a través de las acciones que él mismo recogió en su archivo online (archivomiguelbenlloch.net), e invita a otros artistas de otras generaciones a recrear o establecer un diálogo actual con ellas.
Ensayos sobre lo cutre. Lecturas del Archivo Miguel Benlloch se puede visitar en el IVAM DE VALENCIA (GUILLEM DE CASTRO, 128) hasta el 1 de mayo de 2022. Más información en www.ivam.es