No es la primera que nos hacemos eco de la celebración de un equipo de fútbol al ganar un partido. Tras montarse la fiesta en el campo junto a su afición, la exaltación suele continuar en el vestuario. Es allí, a puerta cerrada, donde se obra la magia.
Mientras festejan, los jugadores se reponen, se duchan y se cambian. La alegría y el frenesí desborda al equipo y todos quieren inmortalizar el momento haciendo fotos y grabando vídeos. Por eso, con tanto entusiasmo flotando en el ambiente y con los jugadores en paños menores, es difícil evitar que alguien acabe subiendo un publicación que deje al aire “material sensible” e íntimo del club.
Eso es, precisamente, lo que le ocurrió al Fútbol Club Cartagena el domingo cuando barrió al Mirandés por 3 a 0. Con este último triunfo, el equipo murciano sumaba nueve victorias en la temporada, además de las dos en la Copa del Rey, y estaban la mar de contentos.
Todas y cada una de las conquistas anteriores habían terminado igual: con el equipo celebrándolo en el vestuario. Sin embargo, esta vez fue aún más memorable para los aficionados e incluso para la prensa, que días después seguimos comentándola.
Lo curioso es que la imagen fue subida por el propio club cartagenero, que la tituló «¡Felices y merecidas vacaciones, EQUIPO!», junto al emoji de una señal de prohibido para mayores de 18 años y al de una mirada muy picarona.
La también habitual foto de equipo pilló a algunos sin camiseta o ajustándose la toalla a la cintura. Lo normal. Sin embargo, lo que ha generado el revuelo es la pose de Pablo Clavería, que le agarra el paquete con vehemencia a Berto Cayarga, sentado sobre sus muslos… ¡Imaginaos cómo se habrá escandalizado más de un machirulo futbolero al ver la imagen!
Nosotros, en cambio, solo podemos dar las gracias al equipo albinegro (y obviamente, a los protagonistas de la instantánea en cuestión) por poner en órbita el fascinante mundo de la segunda división.