EL PRECIO INJUSTO
Eran tres los concursantes que habían llegado al escaparate final. El presentador dio paso al que sería el último objeto, al cual tendrían que poner precio y solo aquel que lo hiciera aproximándose más y siempre sin pasarse, conseguiría el ansiado premio final.
Se abre el escaparate y dentro de él aparece un armario algo antiguo. Suena una voz en off que lo describe de la siguiente manera: “En este último escaparate encontramos este armario vintage de construcción tradicional hecho a mano con madera maciza y de gran almacenaje. Está elaborado en melamina de alta calidad con acabados en blanco artik, un tipo de pulido envejecido que es el que le da a la pieza su inconfundible toque de distinción. Consta de dos puertas correderas además de cuatro cajones de gran tamaño. Este es el armario ideal para el dormitorio del apartamento en Torrevieja que ganará aquel que consiga acercarse a su precio justo”.
El público empieza a aplaudir y los tres concursantes comienzan a hacer sus cábalas. El presentador les da un minuto para que escriban en la pizarra un precio aproximado. Araceli, una de las tres finalistas, enseña su pizarra en la que hay escrito 345€. La pizarra de Alberto, otro de los finalistas, contiene la cifra de 650€. Y la última pizarra, perteneciente a Sandra, 890€. La modelo que se encuentra al lado del armario sujeta un sobre con una cartulina donde está el precio real del objeto.
Los concursantes están nerviosos pues es mucho lo que se están jugando. El presentador da permiso a la modelo para enseñar el precio y, al sacar la tarjeta del sobre y mostrarla, aparece la cifra de 1€. El público muestra su asombro al igual que los concursantes. El presentador confirma que ninguno de los tres aspirantes se hará finamente con el premio final puesto que todos se han pasado, y por mucho.
El armario resultó ser un armario de segunda mano que el programa había comprado por ese precio en un rastro. Pertenecía a un homosexual que había pasado toda su vida ahí dentro. Lo vendió por ese precio el día antes de quitarse la vida. Estaba claro que lo había vendido muy barato después de haberlo pagado muy caro, y ese no fue para nada un precio justo.
Poemas y relatos cortos escritos por el escritor y docente Juan Carlos Prieto Martínez
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ILUSTRACIÓN: David Rivas