Tras un año sin poder manifestarse, las calles de toda España se volvieron a teñir de morado por las marchas multitudinarias del Día Internacional de la Mujer. En Madrid, la primera de estas marchas fue la convocada por la Comisión 8M, que es la que se encarga desde hace años de organizar la concentración. Fueron con el lema «Derechos para todas, todos los días»
«Esta es la mani de todos los años, la mani de siempre, de la Comisión del 8M, que es la que convoca históricamente», decía Julia Tabernero, una de las organizadoras. «Hoy somos un montón de mujeres, de un montón de barrios, de pueblos y de colectivos, de todo Madrid que trabajamos juntas por lo que nos une para estar aquí reivindicando derechos para todas, todos los días», concluía.
Sin embargo, no ha sido la única convocada este año, ya que desde la organización Movimiento Feminista de Madrid se movilizó otra paralela a la oficial, bajo el lema «El feminismo es abolicionista, por la abolición de la prostitución, contra las leyes de género y contra la explotación sexual de los vientres de alquiler»
La mayoría de estas mujeres llevaban pancartas en contra de la polémica Ley Trans, con frases como «Sexo no es género» o «Contra el borrado de mujeres».
También ha habido algunos momentos de tensión entre las feministas tradicionales y las TERF. Por ejemplo, el vivido en Ponferrada cuando una mujer empezaba a contar su experiencia en la búsqueda de su género. Esperando detrás se encontraba otra chica, que al oír la palabra «género» se apresuró a cortar el alegato y le arrebató el micrófono con un gesto de negación. «Lo siento mucho, pero el género no es una identidad», añadía.
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— Jaime Xiula ☁️ (@holajaimesilva) March 8, 2022
Afortunadamente, la marcha convocada por las TERF en Madrid fue un absoluto fracaso, ya que solo acudieron unas seis mil personas, según datos de la policía. Por otro lado, a la oficial acudieron unas cincuenta mil personas según la Delegación del Gobierno, aunque las organizadoras afirman que se reunieron alrededor de cien mil.
Todas las divisiones que está experimentando el feminismo estos días lo único que hacen es dar marcha atrás en todo lo que se ha conseguido hasta ahora. Nadie debería decirle a otra persona que la identidad con la que se siente representada no es válida; ni decirle a una mujer trans que no es una mujer de verdad o que es una mujer de segunda.
Ya es suficientemente difícil ser mujer en la sociedad actual, pero más aún resulta ser transexual. En el feminismo, las mujeres trans deberían encontrar un espacio donde sentirse seguras y reivindicar sus derechos, pero mientras exista un sector radical que las rechace y les niegue la pertenencia al movimiento esto no será posible… Todavía queda mucho camino por recorrer.