Diez años después de su estreno en el Festival Grec de Barcelona, el dramaturgo catalán vuelve a poner en escena El principio de Arquímedes, una obra que abre interrogantes sobre los miedos contemporáneos, los prejuicios y la confianza.
Interpretada por Ana Belén Beas, Pablo Béjar, Guillermo López y Alejandro Tous, esta obra comienza el día que el grupo infantil de natación Caballitos de mar empieza a nadar sin burbuja. Este momento tan importante para los más pequeños de la piscina es el desencadenante de que salgan a la superficie sospechas, dudas y temores relacionados con la pederastia.
Anna, la directora del club deportivo, le pide explicaciones a Jordi, el entrenador de los Caballitos, porque algunos padres se han quejado de cómo ha gestionado la negativa de lanzarse al agua de uno de sus alumnos, ya que han visto con inquietud y preocupación que, para tranquilizarle, le haya dado un beso.
En la sala, el espectador es empujado a tomar una posición, a participar en el debate social que plantea la obra. No se trata tan solo de saber si el entrenador es culpable o inocente, sino también, y sobre todo, de preguntarse qué modelo de sociedad se está imponiendo en nuestro presente: ¿Preferimos vivir en un mundo donde todavía se permita un gesto de ternura hacia un niño, aunque quede margen para los abusos, o queremos una sociedad con seguridad blindada que imponga el control de los individuos para prevenir cualquier riesgo?
En palabras de Josep Maria Miró, cuando escribió El principio de Arquímedes buscaba un diálogo con el espectador sobre esta cuestión contemporánea de preocupaciones por encontrar un equilibrio entre los sistemas de seguridad y el efecto de los signos afectivos en el ámbito de la educación.
“Creo», prosigue Miró, «que el público siente que tiene un papel activo en esta obra porque no es un texto que dé respuestas, sino que es una propuesta que busca que el espectador se posicione, y para ello tiene que estar presente y manifestarse. Reflexionar acerca de lo que piensa sobre lo que está viendo. Esto le proporciona una singularidad muy importante, porque su papel resulta fundamental. Éste era, sin duda, uno de mis objetivos, y es uno de los motivos por el que la obra ha sido recibida tan bien en tantos lugares”.
Josep Maria Miró (Vic, Barcelona, 1977) escribió El principio de Arquímedes en 2011, y fue galardonada con el Premio Born de Teatro. Al año siguiente se vio por primera vez en el Teatro de La Abadía de Madrid, y desde entonces se ha traducido a más de veinte idiomas. Se ha representado, con gran éxito de crítica y público, en importantes ciudades de todo el mundo, como Londres, París, Florencia, Buenos Aires y Montevideo.
Tuvo una primera adaptación cinematográfica dirigida por Ventura Pons, titulada El virus de la por (2015), y en Brasil también se llevó al cine, en 2018, con el nombre de Aos teus olhos.
EL PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES, ESCRITA Y DIRIGIDA POR JOSEP MARIA MIRÓ, SE PUEDE VER DEL 22 DE ABRIL AL 29 DE MAYO EN EL TEATRO QUIQUE SAN FRANCISCO (GALILEO, 39) de MADRID