La madrugada del pasado sábado, el país nórdico quedó conmocionado tras el ataque que se produjo a la entrada del London Pub, bar de referencia para la comunidad LGTBIQ+ noruega desde los años setenta.
El atacante ha sido identificado por la policía de Oslo como un ciudadano noruego de origen iraní. Los servicios de inteligencia del país han revelado que el hombre estaba siendo investigado desde 2015 por radicalización. También han confirmado su pertenencia a una red islamista.
La cifra de víctimas asciende en estos momentos a dos muertos y veintiún heridos, tres de ellos en estado crítico. La policía ha calificado el ataque como un atentado terrorista, sin hablar en ningún momento de delito de odio, a pesar de que se produjera en un espacio LGTBIQ+.
Oslo suspendió su Orgullo tras este ataque. La cancelación de la marcha fue criticada por algunos miembros del colectivo al pensar que cedían así a la intención de instaurar miedo del atacante. A pesar de la cancelación, fueron miles las personas que salieron a las calles a celebrar el Orgullo, mostrando así su apoyo a las familias de las víctimas.
🏳️⚧️🏳️🌈🇳🇴Un breve vídeo de la manifestación del #Orgullo de hoy en Oslo, en la que miles de personas pusieron sus cuerpos para decirle al terrorismo que las personas LGTBI resistimos y que nuestra existencia no está en discusión. pic.twitter.com/ACcgIFgtq4
— IncluSOS 🏳️🌈 (@inclusosLGTBI) June 25, 2022
Todo el país se ha volcado para rendir homenaje a las víctimas. El domingo se celebró una misa en honor a los fallecidos en la catedral de Oslo. “Las balas no pueden matar el amor”, ha declarado el presidente de la Conferencia Episcopal de la Iglesia de Noruega. “Oslo está de luto y todo el país está conmocionado por el ataque”, decía la Iglesia en un comunicado.
En el homenaje estuvieron también representantes del Gobierno. “El tiroteo ha cercenado la marcha del Orgullo, pero no va a poder parar la lucha para acabar con la discriminación, los prejuicios y el odio”, declaraba Jonas Gahr Støre, primer ministro noruego. La princesa heredera Mette-Marit también asistió a la ceremonia.
El mundo del deporte también ha reaccionado. La futbolista Ada Hegerberg, capitana de la selección femenina de Noruega, alzó su brazalete arcoíris después de marcar un gol.