El pasado sábado 27 de agosto, en una entrevista que concedía el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, se daba por cancelado el EuroPride de Belgrado. El evento tenía marcado el 12 de septiembre como fecha de inicio.
Ante esta escandalosa declaración, la presidenta de la Asociación Europea de Organizadores del Orgullo, Kristine Garina, confirmaba que la prohibición de dicha celebración no se iba a efectuar.
“El presidente Vucic no puede cancelar el evento de otra persona. EuroPride no se cancela y no se cancelará. Durante el proceso de candidatura para EuroPride 2022, la primera ministra de Serbia, Ana Brnabic, prometió el pleno apoyo del Gobierno serbio para EuroPride en Belgrado, y esperamos que esa promesa se cumpla”, fueron algunas de las palabras que pronunció Garina en defensa del evento.
Y es que el Orgullo está considerado como un derecho humano fundamental por parte del Tribunal Europeo de Derechos. La prohibición de esta celebración supondría la violación de los artículos 11, 13 y 14 de la Convención Europea de Derechos Humanos.
Además, Kristine Garina aclara que son los organizadores de EuroPride 2022 los que tienen el poder de cancelar dicho evento, algo que se escapa de la autoridad del presidente serbio, y cualquier acción por parte de este pasaría a ser una ilegalidad.
“Dicen que estamos en contra de los valores familiares, que somos abusadores de niños, que las autoridades serbias han invertido 40 millones de euros en EuroPride, a pesar de que no recibió fondos del Gobierno. Sus afirmaciones son una mentira», continúa la presidenta de la Asociación Europea de Organizadores del Orgullo.
Ante el temor de que las palabras del presidente serbio fuesen ciertas, queda aclarado por parte de la organización del Europride 2022. Tanto el Belgrado Pride como la Asociación Europea de Organizadores del Orgullo afirman que no será cancelado. Se podrán reunir miles de personas LGTBIQ+ de Serbia, los Balcanes occidentales y Europa en su totalidad.
El evento afectará de manera favorable a la economía local y posicionará a Serbia como un lugar más progresista y abierto.