Totally Enormous Extinct Dinosaurs: "La cultura queer es importante para mí por lo mucho que me enseña"

Temas: Entrevista, Queer

Muy lejos queda Trouble, que fue un debut muy celebrado para el productor y DJ británico Totally Extinct Enormous Dinosaurs, que logró un reconocimiento que traspasó el underground gracias a su facilidad para facturar pegadizas canciones de pop electrónico y lucir modelazos que para sí quisieran algunas concursantes de las distintas franquicias de RuPaul’s Drag Race.

El Orlando que presenta ahora su segundo álbum es una persona bien distinta a aquella, obviamente. Por muchos motivos. «Esta etapa se ha convertido en un viaje personal muy intenso; siento que he subido a la mayor cumbre posible», asegura. «He tenido que aprender mucho, y no solo dentro de la industria de la música».

La lucha de Totally Extinct Enormous Dinosaurs por liberarse de un contrato que le ha impedido publicar nueva música en diez años ha sido intensa y dolorosa. «Ahora disfruto la victoria. Como tantos músicos emergentes, al principio no sabes cuándo decir no. Había firmado por una multinacional, y no me dejaban parar. Más conciertos, más promo, más cosas para asentarte, sin descanso.. Terminé agotado. Sin pararme a disfrutarlo, sin tener referencias claras de si mi proyecto gustaba. Sigue sin dárseme bien eso de tomar conciencia de lo que provoca mi música; no logro sentir nunca que tengo mi hueco, que encajo en algún sitio».

«No logro sentir nunca que tengo mi hueco, que encajo en algún sitio»

Acostumbrados a lo pizpireto que resultaba Totally Extinct Enormous Dinosaurs en sus inicios, a día de hoy es un artista muy reflexivo, que transmite cierto desencanto en sus palabras. «Pasé los peores tres años de mi vida: sufrí una depresión, bebía demasiado… Tuve que aprender a ser un adulto por segunda vez. Y a encontrar la manera justa para mí de funcionar dentro de la industria musical», confiesa. «Es un sistema anticuado, abusivo y patriarcal, tres cosas que no soporto. Así que tuve que aprender a ser mi propio jefe, y empecé a remontar en 2018».

Entonces comenzó a lanzar música y a recuperarse. Y por fin presenta su nuevo álbum, When The Lights Go. «Me enfrento a todas las incertidumbres del mundo, porque no sé si hay gente ahí fuera interesada en lo que hago a día de hoy». ¿Volveremos a verle en los escenarios con esos looks de fantasía que le hicieron popular? «Es una sorpresa que aún no puedo desvelar», dice con media sonrisa.

Explica que si hace una década desafió las normas establecidas en cuanto a imagen de un músico cishetero fue porque quería huir de la seriedad que se asocia a los artistas de pop y electrónica que veía a su alrededor. «No solo jugaba con los sonidos, también quería huir a nivel de imagen de lo que entonces se consideraba cool. Era mi manera de decir ‘jodeos, así soy yo».

«Está el heteropatriarcado y por otro lado, el resto de nosotros. Para mí ellos son los freaks»

El público LGTBIQ+ sí que le entendió enseguida y apoyó el proyecto, y Orlando asegura que le costó asimilarlo. «No entendía por qué me celebraban, porque, como te decía antes, no era muy consciente de nada de lo que me pasaba. Es una de las cosas más bonitas que he vivido en mi carrera», afirma. «Me siento muy cómodo en los espacios de la comunidad, más que en los heterosexuales. Lo que no suelo hacer es hablar de mi visión de la cultura queer, tan importante para mí por todo lo que me enseña». ¿Y eso? «Porque no soy gay, y creo que hay ciertas líneas que no debo traspasar. Solo diré que, en mi manera de ver el mundo, está el heteropatriarcado blanco y, por otro lado, el resto de nosotros. Para mí ellos son los freaks, no al revés».

Cuando empezó a trabajar en este nuevo álbum se encontró con que había acumulado muchísimas canciones compuestas a lo largo de los años. «Las dividí en tres categorías emocionales. En este álbum he incluido las que consideraba las más tristes. Pero cuando les he puesto el disco a amigos antes de publicarlo, me han dicho que para ellos rezuma esperanza«, explica. «Es la mejor reacción que podía provocar».

Y ya tiene en mente su tercer álbum. «En ese irán las canciones en que canto de cosas más positivas», avanza. «En este he querido hablar de lo que supuso para mí lidiar con la depresión y buscar amor cuando sientes que el mundo se está acabando para ti».

Un momento complicado que por suerte ha superado. «Ahora lo que me gustaría es tener hijos, es algo de lo que también hablo en el álbum». Un nuevo objetivo vital por alcanzar para un Orlando que mira hacia el futuro con optimismo, por suerte.