Una iniciativa del PP, de la mano del concejal Luis Hermosa, pedía que el Ayuntamiento actúe contra la «actividad sexual incívica» que se produce en el Alto de Santo Domingo, en Bilbao. Una zona boscosa donde se practica cruising.
Supongo que no hace falta explicar que el cruising es una práctica sexual muy común entre el colectivo gay, de la cual se ha hablado hasta en películas: ‘El desconocido del lago’, pasión por el cruising.
El concejal de Seguridad, Tomás del Hierro, decidió acudir a la zona para hablar con los vecinos e interesarse por la situación, a fin de comprobar si estos hechos eran ciertos o no: «Fuimos y nos entraron”, aseguró el concejal entre las risas de los corporativos. Eso dice él, así que habrá que fiarse de su palabra.
Tras subrayar que «el problema es que se haga a la vista de la gente», el responsable municipal de Seguridad ha agregado: «La sensación que tuve allí… no sé explicarme». Parece que estaba algo turbado, como si relatase una experiencia traumática difícil de superar.
La portavoz de EH Bildu, Aitziber Ibaibarriaga, ha dicho que, «después de que el PP haya prohibido otras cosas, ahora parece que se prohíbe follar, y perdón por la expresión». Haciendo hincapié en que hay cosas más importantes que tratar que personas que practiquen sexo consentido en un encinar.
“El Alto de Santo Domingo está lo suficientemente apartado como para que no suponga un problema de seguridad», ha señalado Ibaibarriaga, quien, a propósito del exhibicionismo, ha querido compartir que «en París me salió un exhibicionista en unos baños».
Alfonso Gil ha considerado que «el cruising no es lo que se ha hecho toda la vida en Bilbao», sino que «es una práctica que va más allá», por lo que entiende que exista «preocupación de los vecinos».
El concejal del PP Luis Hermosa ha reprochado que este problema tiene «bastante poco humor para los vecinos de la zona», y finalmente ha visto aprobada su propuesta para que se refuerce la seguridad en los alrededores de dicho lugar. Que tomen nota pues los aficionados al cruising, porque a partir de ahora serán mirados con lupa sus “comportamientos sexuales incívicos”, que tanto preocupan al Ayuntamiento de Bilbao.