Llegó a San José como parte de la maleta de su madre. Así nos cuenta Luis López los motivos que le llevaron a vivir a la capital de Costa Rica. “Yo nací en Madrid, concretamente en Móstoles, y de ahí me fui a vivir a Galicia. Estuve viviendo allí unos 14 años. Entonces, mi madre decidió mudarse a un país tropical, y escogió este, y como yo era menor de edad, me vine con ella”, explica.
Un cambio que resultó algo duro. “Es un mundo completamente aparte. El estilo de vida se siente diferente. Aquí, a partir de las 18h ya está oscuro y se considera noche. En cambio, en Galicia pueden ser las 20:30h y es de día… Fue cuestión de tiempo el ir adaptándome”, nos dice.
De hecho, si le preguntamos por las cosas que echa de menos de España, no se lo piensa dos veces: “Diría que extraño todo”, comenta entre risas. “No es que me sienta inconforme acá, me adapté a esta nueva vida. Pero, si hay algo que echo en falta, es ese hábito de terminar el trabajo y salir a tomar una caña. Aquí los bares no están en zonas tan residenciales, se concentran en lugares más específicos, y no hay tanta afluencia como en España”.
Cuando vives en San José, la capital de Costa Rica, puedes coger el coche y, en menos de una hora, visitar increíbles parques naturales, miradores, volcanes o cataratas como las de La Paz, frente a las que posa Luis López en esta foto.
Y no tarda en mencionar otra de las cosas que añora de nuestro país: la comida. “Ahora mismo traigo morriña porque han pasado las fiestas, y no hay nada que extrañe más que los polvorones de Navidad”, nos cuenta. “La última vez que estuve en España, fui a un supermercado para comprar todas las cosas que no puedo encontrar acá. La comida aquí es diferente…”.
Luis es un amante de la naturaleza y, como tal, no duda en inmortalizarse junto a algunas de las joyas más emblemáticas de Costa Rica, como las aguas turquesas del río Celeste.
Y enseguida nos explica que el plato tradicional de Costa Rica es el casado. “Lleva arroz, frijoles, una guarnición que puede ser patata o verdura, carne y una ensalada. Es un plato bastante fuerte, pero no tiene una esencia única, porque puedes pedirlo de muchas formas”.
A pesar de las costumbres o platos que echa de menos de la tierra donde nació, Luis está encantado con la vida en San José, y con su ocio nocturno. “Es bastante interesante. Tenemos dos tipos de ambientes, o bares, que cierran sobre las 2 de la mañana; o discotecas, que abren hasta las 6 o 7”, explica. “No tenemos zonas LGTBIQ+ en sí, sino lugares LGTBIQfriendly, sitios en los que te sientes cómodo. El bar PopPop es uno de mis favoritos, y allí uno se siente tranquilo. También está Donde Candi, un bar donde organizan presentaciones de drag queens muy divertidas”.
Si Luis sale a tomar unas copas con amigos, probablemente acuda a PopPop, uno de sus bares LGTBIQfriendly favoritos.
Lo cierto es que Costa Rica es un país bastante abierto respecto a los derechos y libertades del colectivo. “En 2020 se aprobó el matrimonio igualitario. Es un país que realmente apuesta por la diversidad. Aunque hay zonas en las que tienes que llevar algo de cuidado, por lo general hay mucha aceptabilidad, puedes ir de la mano de tu pareja, besarla… En el entorno laboral, la mayoría de compañías tiene políticas de inclusión y diversidad, y van a la marcha LGTBIQ+”, nos cuenta.
Como nos cuenta Luis, el Pride de San José es un gran evento en el que las calles se llenan de libertad y reivindicación.
Una marcha, la del Pride, que se celebra en junio en la capital. “Es un evento bastante grande, la ciudad se llena de gente, las calles se llenan de colores. Se está educando para entender que todos debemos ser aceptados en el mundo, que la tolerancia es sumamente importante”, nos cuenta para, a continuación, invitarnos a vivirlo en primera persona este verano.
No cabe duda de que Luis ha hecho de San José su hogar, pero cuando le preguntamos por la posibilidad de volver a España, vacila al contestar. “Es la pregunta de oro. No descarto regresar al lugar que considero casa, por la familia, los amigos, la cultura… Al fin y al cabo, sigue siendo mi casa, y la casa siempre llama”.