La comunidad de Castilla y León da un paso adelante a favor de la diversidad. El Consejo de Educación toma la iniciativa al desarrollar un protocolo de actuación dentro de los centros. Este busca acompañar a las personas con expresión de género no normativa y transexualidad.
Dicho protocolo recalca la necesidad de sensibilizarse con todas aquellas personas que se encuentren en esta situación. También aporta información tanto para los centros educativos como para las familias.
Entre sus contenidos se encuentran puntos clave como: la obligación de referirse al alumno bajo el nombre que este considere adecuado, favorecer la libertad del alumno para elegir por sí mismo la ropa que cree que debe usar y favorecer la existencia de baños mixtos. Así, se busca integrar a todos los alumnos que sufran discriminación a causa de su identidad.
El protocolo recoge toda una serie de ideas para poner el foco sobre la realidad LGTBI en la educación. Desde dotar las bibliotecas de los centros de recursos que muestren con naturalidad el colectivo, hasta la organización de actividades que abarquen la diversidad de la identidad de género.
Además, dentro de sus anexos se recoge un glosario de términos. Esto es especialmente importante, ya que reúne muchas cuestiones que en general no están del todo claras. Entre ellas está qué significa género, orientación sexual y sexo biológico y asignado, entre muchas otras.
Sin embargo, entre sus 26 páginas aclara que será un protocolo en fase experimental hasta enero de 2019. Una vez puesto en marcha, la propia experiencia marcará los cambios que sean necesarios para su mejora y a partir de ahí será obligatorio cumplirlo.
Sin duda, esto supone un gran avance teniendo en cuenta que Castilla y León es una de las comunidades españolas que no cuenta con Ley de Diversidad e Igualdad de Género, junto a Cantabria, La Rioja y Asturias.