Las tipografías de diseño
Para qué tener nociones de diseño gráfico, habrá pensado. Todos alguna vez hemos toqueteado el mítico Paint de nuestro PC, y eso es más que suficiente para que haya que frotarse los ojos una y otra vez. Colores sin sentido, juego de tamaños que, eso sí, han conseguido atraer nuestra atención. Seguro que bastaron cinco minutos delante del ordenador…
El brainstorming para poner nombre a los chulos
“Chicos, chicos, por favor, necesito que nos sentemos un segundo, pensemos en juegos de palabras con toque erótico y os los quedéis de nombre artístico”. Estas palabras seguro que se le podrían atribuir a la propia Leticia, vista la presentación en sociedad de los maromos que la acompañan en el vídeo. Ahora bien, la hemos pillado, y cuando ya no quedaban recursos, optó por un simple pero agresivo ‘Pistola Gigante’, y a ejercer de gogós oiga.
Y de repente, un coche
Cuesta elegir entre planos surrealistas dado el nivel, pero esté se lleva la palma. La narrativa audiovisual puede haber encontrado una nueva manera de estudiarse tras la aparición de este Lamborghini Blanco, en mitad de la nada y sin sentido aparente. Nos creemos que, simplemente, les resultó atractivo; y claro, barra libre de peticiones inverosímiles.
Los filtros que Instagram deberá plagiar
Continuamos con remezclas pioneras. Prestemos atención a los filtros usados para determinados frames. Varío el color, le meto destellos, había que mantener la línea editorial iniciada con las tipografías. Lo cutre, como el César, además de serlo, tiene que parecerlo. De lo contrario no tendría sentido.
La maldad canina
Aquí vamos a necesitar de vuestra ayuda. Dos perros, de nombre Veneno y Mayreno, se sientan junto a cuchillos ensangrentados y extremidades amputadas. La imagen ya de por sí resulta escalofriante, pero es que, para más inri, aparece dos veces durante el vídeo. Aquí hay un mensaje oculto que hemos de descifrar. Demos rienda suelta a la imaginación.
Las coreografías innovadoras
Las instrucciones a los machos alfa se suceden: Ahora baila cada uno a su rollo por separado, luego le llaman coreografía y a ver quién tose a la creadora de tal esperpento. Buena muestra de ello es que vaciaron la playa con esa falta de coordinación, ritmo y vergüenza.
El pelo policromático y las gafas como parapeto
Ahondemos en terreno pantanoso. Iba para Soraya como mi flequillo postizo y me quedé en una amalgama de tonos rubios que no acaban de favorecer la actuación. Cada vez que Sabater gira la cabeza se le ven las costuras, en estos casos seguro que lamenta que exista el pause. Qué mal, qué mal. Y esas gafas, tan opacas que es imposible penetrar hacia sus ojos. El pasado verano, la polifacética artista confirmaba que pasaría por el quirófano para remediar su estrabismo. ¡Queremos saber si la cosa ha ido bien!
¿Le hablo al móvil o hago playback a mi rollo?
El momento cumbre, o la traca final, según se mire. Ya es de mal gusto tener el móvil todo el rato en la mano, pero es que además da la exótica sensación de que mientras le graban, se aprende la letra. O eso o canta a algún amigo en manos libres con un cierto retardo respecto al resultado final. Cuando la voz va por un lado y la música por otro, mejor disimular. ¿Ganas de ver el vídeo?