Los 9 Kens más queer de la historia (y otras curiosidades que sacan del armario al novio de Barbie)

Temas: Barbie, Margot Robbie

«¡Hi, Barbie!», «¡Hi, Ken!». El fenómeno Barbie está arrasando allí por donde pasa. Desde su creación en 1959 por Ruth Handler, se ha convertido en la muñeca más vendida de la historia y ahora, con el estreno de su última película, dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Margot Robbie, el juguete más icónico de Mattel vuelve a estar en boca de todos.

Y si hay un juguete tan famoso como la muñeca rubia ese es Ken, su inseparable pareja. Hablamos con Jeffrey Herrero, uno de los mayores coleccionistas de Kens de España, para conocer algunas de las anécdotas más curiosas del juguete.

Jeffrey Herrero vive en Madrid y su coleccionismo empezó hace relativamente poco. Fue durante una visita a un centro comercial cuando vio un muñeco Ken en el escaparate de una tienda de juguetes; en ese momento le vinieron a la mente multitud de recuerdos de su infancia en los que jugaba a escondidas con su hermana. Peinaba y vestía a las Barbies sin que sus padres le vieran. Decidió comprar el muñeco por nostalgia y, desde ese momento, se obsesionó y no pudo parar de comprar. Ahora comparte a través de sus redes sociales todas las anécdotas y curiosidades sobre su colección de Kens.

«Barbie y Ken han sido un refugio para el colectivo LGTBI. La mayoría de nosotros hemos jugado a las muñecas a escondidas y podíamos expresarnos libremente. Les cortábamos el pelo, las vestíamos y las maquillábamos. Era una forma de sentirnos libres«, confiesa el coleccionista, que tiene una pared entera de su salón dedicada al famoso muñeco.

Su colección abarca desde los primeros muñecos de los años 60 hasta los más actuales, además de algunas ediciones especiales de James Dean, Legolas o El Sombrerero. Curiosamente, las ediciones que más le ha costado conseguir han sido las primeras, las «más feas», como él mismo las califica. En ese momento, Ken no tenía nada que ver con lo que es ahora: «Ken al principio no era nada gay. Era muy hetero en su forma de vestir y muy clásico. Fue a partir de los 80 cuando comenzaron a añadirle color a su ropa y algunos estereotipos bastante gais. En los 90, incluso, Mattel quiso desvincularse del colectivo y comenzó una época oscura para Ken, donde solo vestía con colores grises y apagados».

De hecho, fue en 1993 cuando estalló la mayor polémica de Mattel con el famoso juguete. La empresa sacaba al mercado la Earring Magic Barbie, una edición de la muñeca con pendientes y un look más vanguardista. Tras el éxito de ésta, Mattel hizo una encuesta para averiguar si las niñas creían que Ken era lo «suficientemente cool» para Barbie, y el resultado fue negativo. Se pusieron manos a la obra y crearon a un Ken inspirado en los nuevos ídolos de la MTV, con pantalones ajustados, chaleco de cuero, crop top de rejilla y un pendiente colgando al cuello que más bien parecía un juguete sexual.

Ken enamoró… pero no al público deseado. Miembros del colectivo LGTBI acudieron en masa a las tiendas para comprar el muñeco, lo que despertó las protestas de las asociaciones cristianas, y a los seis meses de salir al mercado Mattel lo retiró. Pese a ello, el Earring Magic Ken se convirtió en el más vendido de la historia.

Han tenido que pasar varios años, hasta 2019, para que la empresa lanzase oficialmente el primer Ken queer. Es el BMR1959, que aparece con maquillaje, las uñas pintadas y el pelo de color, y está diseñado por el artista no binarie Carlyle Nuera. Para Jeffrey Herrero, Mattel sigue teniendo algunos asuntos pendientes con el colectivo: «Si se han atrevido con el Ken queer, deberían seguir apostando por la inclusión y sacar a una pareja gay o a un Ken trans».

Herrero nos enseña también su muñeco Allan, el primer amigo de Ken, que salió al mercado en 1964 (siempre se ha rumoreado que era su verdadero novio). «Tengo ganas de ver cómo desarrollan el personaje de Ken, si va a salir del armario o, muy a mi pesar, va a ser el estereotipo de gay cómico y el eterno accesorio de Barbie».

Barbie ya está en cines, y casi todas las entradas están agotadas. Las críticas están a su favor y el público totalmente entregado a la que es sin duda la película del verano. Algo que se traducirá en números, no solo para la peli, sino también para sus muñecos.

Seguro que tras el éxito de la cinta y el furor que está causando cada movimiento de la promoción, tendremos a nuevos coleccionistas de Barbie y Ken que llenarán de oro los bolsillos de Mattel.