David Vetón se describe como “mentor de autoestima saludable por liderazgo personal, programación neurolingüística, neuroanatomía de la respiración consciente y reprogramación mental por la psicología humanista”. Un título difícil de recordar (y casi imposible de repetir del tirón) que define a ese terapeuta que es capaz de ayudarnos a encontrar la felicidad y la confianza en nosotros mismos a través de la búsqueda de nuestro equilibrio y de la construcción de relaciones auténticas.
Ha conectado con muchas personas de la comunidad LGTBIQ+ porque David es gay, y porque a través de sus canales sube lecciones de los más instructivas para todes. Aunque nosotros le conocimos dando una masterclass en el Retiro Orlander, la mayoría lo siguen en redes, donde ha conseguido hacerse viral en varias ocasiones. En buena parte de su contenido sale hablando a cámara sin camiseta, y eso, no se puede negar, engancha. Sin embargo, él lo tiene claro. “Puede ser que [mis seguidores] lleguen por un físico, pero lo importante es que encuentren cosas que les lleguen al corazón”.
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Sin embargo, también hay muchos haters que han intentando cuestionar su voz, su formación y su experiencia solo por subir esos vídeos sin camiseta… “Lo hago así porque me siento cómodo y tranquilo. Yo he conseguido superar los conflictos y complejos que tenía al respecto, así que quiero dar ejemplo a las personas que se mentorizan conmigo de la coherencia de hacer y ser lo que son desde la autoestima y no desde el ego, ni el propio ni el ajeno, aunque intenten boicotearnos. Lo que nos define son los actos y los hechos, y lo que hacemos con ellos”, aclara.
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David nos cuenta que desde pequeño se enfrentó al autojuicio, a la impotencia y a la inseguridad. Por eso mismo desarrolló un síndrome del impostor que le ha hecho vivir episodios de ansiedad y desmerecimiento a lo largo de toda su vida. Gracias a los conocimientos de liderazgo y neurociencia que ha ido adquiriendo a lo largo de los años, ha conseguido comprender y superar sus propios miedos y creencias limitantes. Así ha conseguido perdonar el pasado, sus errores y tomar las riendas de su mente.
Pasar por situaciones negativas le ha hecho comprender su potencial y armarse de recursos para ayudar a los demás. Su especialidad es el control de la respiración y cómo dominarla para que influya directamente en nuestro sistema nervioso, en la relación con nosotros mismos y con los demás. Su proyecto Respiro Hoplita nace con la visión de aportar luz al colectivo gay mediante un movimiento de superación y cooperación, para aprender a afrontar las circunstancias de cada cual con autoestima, amor y humor.