La empresa Sabic despidió a un técnico de nivel 5 con una larga trayectoria después de que realizara comentarios homófobos que cruzaron la línea de la tolerancia.
El Juzgado de lo Social nº 1 de Cartagena concluyó que la acción de despedir fue disciplinaria y justificada. El juzgado consideró las acciones del trabajador como un maltrato de palabra y una falta de respeto grave hacia sus compañeros. Además de ir en contra del código de integridad de la empresa.
Las expresiones homofóbicas del empleado se manifestaron en diversos episodios. Uno de los más notorios fue cuando, delante de colegas, afirmó: «A ver si gobierna Vox y echan a todos los maricones, gais y lesbianas. Aquí solo queremos hombres y mujeres». Además, sus comentarios incluyeron apodos despectivos como «la maricona» para referirse a un compañero.
«Los maricones no tienen que vivir»
La empresa, al recibir informes de testigos, inició una investigación que reveló la persistencia del trabajador en expresiones homófobas, como la escalofriante afirmación de que «los maricones tendrían que estar colgados, no tienen que vivir». La sala de lo Social del TSJ de Murcia señalo que tales expresiones representan un exceso que va más allá del derecho a la libertad de expresión.
En la carta de despido, la empresa comunicó que las acciones del empleado constituían un maltrato verbal y una falta de respeto grave hacia un compañero. La gravedad de sus declaraciones, realizadas en presencia de otros empleados e incluso de personas ajenas a la empresa, dejó clara la falta de consideración y respeto hacia sus colegas.
Este caso destaca la importancia de promover entornos laborales inclusivos y libres de discriminación. Las empresas deben mantener una política de cero tolerancia hacia expresiones homofóbicas y cualquier forma de discriminación, y tienen el deber de proteger la dignidad de todos sus empleados.