Una pareja gay ha sido asesinada en Australia. Las víctimas son el ex-reportero de televisión Jesse Baird, de 26 años, y su novio, el asistente de vuelo Luke Davies, de 29. La policía australiana ha encontrado sus restos en una propiedad próxima a la ciudad de Bungonia, a 200 km de Sídney.
El pasado viernes, la policía arrestó al principal sospechoso, el agente Beau Lamarre-Condon, exnovio de Baird.
La pareja había sido vista por última vez en casa de Baird, al este de Sídney. Las alarmas saltaron al encontrar pertenencias suyas ensangrentadas en un contenedor. Cuando la policía habló con Lamarre-Condon por primera vez, este se negó a responder a sus preguntas. Días después, les dijo dónde debían buscar, por lo que pasó a ser sospechoso y se procedió a su detención.
«Estamos muy seguros de haber localizado a Luke y Jesse», declaró este martes en rueda de prensa la comisaria de policía de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, quien añadió que el acusado facilitó información para ayudar a la Policía a localizar los cadáveres. «Cada día, cada hora era una espera angustiosa, así que estoy aliviada por las familias», dijo Webb, y ofreció sus condolencias a familiares y amigos, así como a la comunidad LGTBIQ+.
Lamarre-Condon, que salió con Baird hasta finales del año pasado, está acusado de asesinar a la pareja con su pistola reglamentaria mientras estaba fuera de servicio. Se enfrenta a dos cargos de homicidio y se encuentra en prisión al no haber solicitado libertad bajo fianza. Este crimen ha conmocionado tanto a la sociedad australiana y al colectivo que, desde la organización del Mardi Gras de Gais y Lesbianas, se pidió a los miembros de la policía que no marcharan en el desfile anual previsto para ese fin de semana.