McCallum & Tarry, Fish
Con un pasado de décadas como galerista, tanto en la ciudad alemana de Colonia como en Madrid, Stefan Röpke decidió a finales del año pasado dar un giro tremendo a su vida. Cerró la galería alemana y reconvirtió la española, Arnés & Röpke, que lleva a medias con su pareja y socio, Noel Estrada, en un espacio no comercial de proyectos artísticos: el Espacio Artkunstarte, principalmente dedicado a recibir, mediante residencias en la capital española, a jóvenes artistas internacionales durante meses, para que realicen proyectos expositivos.
Anthony Goicolea, Midnight Kiss
Independientemente de que mantengan alguna labor como marchantes privados, este nuevo espacio no comercial también tenía como proyecto el realizar exposiciones comisariadas repasando la propia colección de sus propietarios. La r/e collection, que es como se llama, ha hecho alguna colaboración este último año (la muestra Branched: árboles en el arte contemporáneo, exhibida en Alemania), pero con The Story of a Bad Boy es la primera vez que se exhibe en el marco de una muestra comisariada. En este caso, además, ideada por uno de sus propietarios, Noel Estrada.
Tim White-Sobieski, Before they were Beatles
Todo parte, como muchas veces, de una novela. En 1870, Thomas Bailey Aldrich publicó, en clave semiautobiográfica, una reconstrucción de su infancia y juventud en el noreste de Estados Unidos. Con ella creó más de un género: el de las historias de crecimiento hacia la madurez, y el específico y definitorio de las ‘bad boys stories’. Que podrían abarcar desde los niños traviesos (influyó en la génesis de Tom Sawyer o Huckleberry Finn de Twain) hasta los mitos de angustia existencial (el Holden Caulfield de Salinger) e incluso más allá: podemos pensar que Bart Simpson es una actualización válida.
Martina Thoms, Untitled (Jungle Klein)
Paul P., Sin título
Partiendo de esta base, y concentrándose en una colección propia que siente especial predilección por la belleza y lozanía masculinas, Noel Estrada ha compuesto una visión contemporánea que tanto sustenta como reconstruye el mito en la actualidad. Y no exclusivamente desde un punto de vista queer: de los 14 artistas expuestos, varios son mujeres, como Martina Thoms o Claire Kerr –que da una visión de juventud embebida, tomando de modelo el mito de Narciso–, y entre los hombres varios no son gays. Algunos, como el mexicano Iñaki Bonillas o el ya fallecido y muy importante artista y poeta checo Jiri Kolar –uno de los regalos de esta muestra–, se aproximan de forma bastante simbólica al tema.
Stephen Irwin, Untitled
Otros, como los cuadros y dibujos de Warhol, Elizabeth Peyton, Paul P., Stephen Irwin o Christian Schoeler, lo abordan desde una visión esteticista y romántica, de un deseo difuso y suavemente erótico, que a veces parte de la realidad y otras de material pornográfico retocado. Estas visiones a veces contradicen el mito fundacional, el de chicos ‘peligrosos’ y en cierta medida ‘brutos’, a través de la languidez del modo manierista actual.
Christian Schoeler, Untitled
Las visiones más controvertidas corresponden, no podía ser de otra manera, a Mapplethorpe –un conveniente autorretrato travesti– pero también a artistas americanos más desconocidos, como la pareja formada por Bradley McCallum y Jacqueline Tarry, en sus asociaciones de la juventud airada con la historia y el conflicto representacional de la juventud afroamericana o, en este caso, de los abocados a vivir sin recursos en la calle. O a Anthony Goicolea, cuya obra tiende a reproducir –a través de una proliferación encadenada de sus propios yoes en autorretrato conjunto– su propia y eterna juventud gamberra.
The Story Of A Bad Boy puede visitarse hasta el 31 de julio en Espacio Artkunstarte (C/Juan de Mena, 12) de Madrid. Más información en www.artkunstarte.com