No importa dónde ni cuándo estudies Periodismo, siempre tendrás una asignatura que te ayude a entender la estructura de los medios de comunicación. Desde la relación del Grupo Godó (La Vanguardia) con la burguesía catalana hasta el histórico conflicto de PRISA y Mediapro por los derechos del fútbol, que incluso hacía cambiar hasta editoriales de periódicos. El libro de Pascual Serrano Traficantes de información también se convirtió en su momento en una biblia para entender todo el entramado de los medios de comunicación.
En la actualidad, toda esta teoría de los medios tiene otros profesores. Se llaman Fabricantes Studio (antigua Fábrica de la tele) y están llenando las tardes en YouTube y Twitch, a través de Canal Quickie, de contenidos que explican cómo funcionan las televisiones y cómo se están repartiendo el pastel entre productoras como Unicorn Content (Ana Rosa Quintana), la cual tiene un especial protagonismo en cadenas privadas como Telecinco y en autonómicas como Telemadrid.
Con una promoción digna de genios, la productora de Óscar Cornejo y Adrián Madrid comenzó su andadura digital con vídeos de todas las productoras importantes, críticos televisivos y líderes de opinión deseándoles suerte (desde Ana Rosa Quintana hasta Aimar Bretos). Ahora, con un programa ya en emisión (Ni que fuéramos Shhh), están entrevistando a muchos de esos críticos televisivos (como Juanma Fernández, ex de El Español, o David Andújar, crítico contra Isabel Díaz Ayuso) para despotricar contra esas mismas productoras que les desearon suerte y les quitaron el reinado de la tarde y los viernes por la noche.
Una estrategia parecida que usaron cuando nació Sálvame, buscando un enemigo, pero mucho más afinada. Antes llamaban a Antena 3 la “cadena triste”; ahora llaman a Telecinco la “cadena de enfrente”. Hacen directos al lado de sus antiguas instalaciones, le cantan sevillanas tristes y siembran la duda del “boicot político” como posible causa del fin del imperio de la antigua Fábrica de la Tele en Mediaset.
Lo puedo decir más alto, pero no más claro.
“Lo que se está haciendo en este país es silenciar a determinado perfil de colaborador y a determinado perfil de periodista”. #NiQueFuéramos22M https://t.co/wCdssmWSKY
— JuanMa (MONT3RO) Fdez (@juanmafdez) May 22, 2024
‘Ni que fuéramos Shhh’, la mejor arma contra la “fachosfera”
Si Pablo Iglesias y algunos de Podemos vieran Canal Quickie, entenderían que es una absurda estrategia la de señalar a profesionales como Ana Rosa Quintana o Pablo Motos y culpabilizarlos de todos los males. Lo harían hablando de datos de audiencia, incumplimiento de códigos éticos y veto a profesionales. Ni que fuéramos Shhh está en busca de un target indignado que no se siente representado por colaboradores elitistas y programas en los que todo el mundo piensa y siente igual.
Esto no quiere decir que el entramado de Ni que fuéramos Shhh sea un programa de izquierdas. Salvo Jorge Javier Vázquez (que no forma parte), muy pocos colaboradores se muestran públicamente partidarios de las ideas de Pedro Sánchez y sus socios. Sin embargo, lo que sí respetan es la diferente forma de pensar de su audiencia.
En 2021, un año clave, la Fábrica de la Tele te llevaba a Irene Montero para hablar de violencia vicaria en el documental de Rocío Carrasco (Rocío, contar la verdad para seguir viva) y casi al mismo tiempo le hacía un monográfico a una crecida en popularidad Isabel Díaz Ayuso con un programa (La Campos móvil) que nunca llegó a producirse más. Es el libre mercado más extremo. Televisión popular. Como una verbena, en la que cabe todo el mundo. En la televisión convencional, esto ya no pasa. A muchos, nos sorprendió cuando Jorge Javier Vázquez arrancó Cuentos chinos (tras el fin de Sálvame) diciendo “no vamos a hablar de política”. Habían aceptado las normas de la cadena. Se acabó la fiesta.
Ahora, Canal Quickie solo tiene un gran reto: convencer a los anunciantes de que esta forma de contar historias también vende. Que es un escaparate perfecto para marcas. Al fin y al cabo, hoy todo el mundo quiere ser disruptivo. Por lo tanto, cualquier estratega de comunicación o publicista debería mirar hacia lo que hacen y dicen estos profesores de la calle.