Un vecino de la ciudad de Linares, Gonzalico (1937-2001), se ha convertido en la imagen del cartel del Orgullo 2024 en Jaén gracias a la investigación de otro linarense llamado Jesús Pareja. Pretende reflejar a todas las personas LGTBI que tuvieron que luchar por su libertad en la época de represión en España, y que sirva de homenaje a aquellos que nos han precedido y han luchado por nuestros derechos y libertades, muchas veces sin ser conscientes de ello.
Desde pequeño, Gonzalico tenía una única condición inamovible muy clara a la hora de jugar a hacer bodas con sus hermanos y primas: “O soy la novia o no juego”. Ese requisito siempre fue respetado. Como parte de su personalidad se encontraban las faldas, los bañadores y las pelucas. Los vecinos de la zona de Estación Linares-Baeza también destacan su bondad: “Era una persona que ayudaba en lo que necesitaban. Aparte de que se aceptase su homosexualidad, Gonzalico era muy buena persona”.
Nació y creció en una familia humilde que trabajaba como servicio doméstico en un cortijo, y su casa era un refugio de la guerra que habían habilitado para poder vivir ahí. Su madre falleció cuando él era joven y su padre tuvo que trasladarse a Cataluña, por lo que sus amigos y vecinos se convirtieron en su familia. En su comunidad no tuvo ningún problema de homofobia y fue muy respetado.
Quizás uno de los motivos por los que siempre fue tan respetado y nunca tuvo ningún problema fue porque los dueños del cortijo donde trabajaba eran personas muy influyentes: “Si hubiesen cogido un teléfono, cualquier problema se hubiese solucionado”, relata Pareja.
Lo que más sorprendió al investigador fueron las dos etapas de la vida de este personaje, una a cada lado del río. La segunda etapa se caracterizó por un Gonzalico “menos enérgico”, ya que coincidió con el paso de la dictadura a la democracia; mientras que en su primera etapa, en tiempos del franquismo, se revelaba más contra la sociedad. Un ejemplo de esto es que cada 18 de julio, día festivo nacional, siempre acudía al río para montar una fiesta: “Se ponía el bañador de su madre y montaba la fiesta padre, él era el alma”.
Además de revelarse, siempre tenía tiempo de divertirse y maquillarse, tanto que se convirtió en un referente de las muchachas del pueblo, que siempre acudían a su casa para que les dejase cosméticos.
Gonzalico falleció en 2001, a los 64 años, debido a una neumonía que se complicó, pero su memoria nunca quedará en el olvido gracias al cartel del Orgullo 2024 en Jaén. Su vida ha sido un referente para muchas generaciones y su legado perdurará.