“Lo más importante es que esta sanción traiga consigo reflexiones que eviten casos futuros”. En Shangay nos hacíamos eco hace unos días de la sanción impuesta por el Servicio de inspección de Andalucía al colegio concertado Divina Pastora de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) por actuar al margen de la ley. La razón, prescindir de un profesor de forma irregular tras dar a conocer este su homosexualidad. Conclusión: 122.989 euros de multa y un caso abierto por discriminación en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
“Actuar al margen de la ley no puede ser impune, por tanto, satisfechos”, explica el afectado, V.R., al que la inspección le da la razón a falta de que también se la otorguen en los tribunales. “La inspección tiene límites en sus competencias, pero creo que ha hecho todo lo que estaba en su mano para aclarar lo sucedido de una forma muy detallada y objetiva”, explica. Y es que, en el texto se alude a la “intencionalidad y perturbación de la enseñanza”, pese a que el colegio ha intentado torpedear la investigación con todo tipo de alegaciones.
Cabe esperar cualquier movimiento de un centro escolar que se comporta así: “El colegio llegó al extremo de elaborar documentos extemporáneos y no veraces para que se produjese una primera inspección errónea”. Nuestro protagonista, sabedor de estas actitudes, decidió grabar una conversación donde uno de los responsables del centro le explicaba que su orientación sexual podría ser un problema para los padres: “No te puedo decir que la cosa vaya a quedar igual, lo mismo no sucede absolutamente nada, que lo dudo, pero te lo tenía que decir”, se escucha en la grabación.
¿Y el futuro? “Confiamos en que el TSJA admita las ilegalidades cometidas por el centro y destapadas por el servicio de inspección. Simplemente, que se haga justicia y se actúe en consecuencia”. Algo que en mayo de 2014, el Juzgado de los Social nº 3 de Jerez no hizo. “Es muy triste que una institución religiosa sea capaz de engendrar tanta doble moral, actuando en contra de los principios de los que presume”, se lamenta.
El daño ya está hecho, aunque ha recibido todo tipo de apoyo profesional y psicológico de parte de asociaciones LGTB españolas. “Fundación Triángulo Andalucía viene siguiendo el caso desde el principio, manteniendo un apoyo cercano y constante. Raúl González, su presidente, tuvo claro que teníamos que seguir adelante y demostrar la verdad”. Otras asociaciones como la FELGTB, Jerelesgay o Arco Iris también han estado a su lado todo este tiempo.
Eso sí, lejos de renegar y querer desvincularse totalmente de la institución, nos sorprende con un valiente deseo: “Volvería por justicia y activismo” si así lo determina el TSJA. “En España no pueden pasar estas cosas, y la única forma de evitarlo es luchando contra este tipo de injusticias que tanta gente sufre en silencio”, afirma con rotundidad. Todavía habrá que esperar unos meses para conocer el fallo, pero seguirá luchando hasta donde haga falta para que la reflexión y la justicia vayan de la mano. Enhorabuena.
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