Mínima Gesté, una drag queen francesa de 33 años que saltó a la fama por organizar un bingo drag en el distrito 19 de París, fue elegida para llevar la antorcha olímpica durante su recorrido por París el pasado día 14. En el vídeo donde se da a conocer la noticia, Mínima explica que “uno de los mensajes que quiero transmitir es el orgullo de mi comunidad porque, hace diez años, que una drag queen llevara la antorcha habría sido inimaginable”.
Sin embargo, su elección generó controversia. Muchos conservadores y grupos ultraderechistas se opusieron y argumentaron que “sus actuaciones son especialmente vulgares e hipersexualizadas” y cuestionaron que fuera una “buena manera de representar a Francia”.
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La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, escogió a Mínima como relevista para transmitir su mensaje de amor, apertura e igualdad, y recalcó que tanto ella como París están orgullosas de que una drag queen porte la llama olímpica y, por ende, valores de paz y de humanidad. Además, se pronunció respecto a los comentarios recibidos por Mínima, y afirmó que había sido víctima de “insultos homófobos y transfóbicos” y que, en caso de que la drag lo considerase oportuno, la ayudaría a emprender acciones legales en contra de “este acoso digital, especialmente difundido por medio de extrema derecha”.
Con mucho humor, en su vídeo de presentación Mínima dijo que actuar como drag queen con corsés y tacones altos era físicamente exigente, pero que todavía no se consideraba deporte olímpico… También compartió que tiempo atrás había practicado lucha libre y natación sincronizada. “Que una drag queen lleve la antorcha, y quizá se caiga (¡esperen a ver!) es un orgullo enorme”, añadió haciendo referencia a los tacones de 25 centímetros que lleva.
Finalmente, a pesar de las críticas recibidas y estar en el punto de mira de muchos parisinos, Mínima Gesté ha logrado portar la antorcha olímpica. Aunque muchos esperaban verla en las calles, Mínima solo llevó el relevo dentro del Museo Carnavalet, lo que sorprendió (y decepcionó) a sus seguidores. Posteriormente, salió a la calle para mostrar a sus fans y personas que la apoyaban un diploma que acreditaba que había sido portadora de la antorcha olímpica.
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