Simone Biles, nacida en Ohio, se inició en la gimnasia artística a los 6 años. A los 15 era aún demasiado joven para participar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y saltó a la fama el año siguiente, ya que ganó dos medallas de oro en el Campeonato de Amberes, incluido el de concurso completo. En los Campeonatos Mundiales de 2014 y 2015, Biles logró cuatro medallas de oro. Durante los JJ OO de Río 2016, se venció en los ejercicios de salto, suelo, concurso completo, por equipos y fue tercera en barra de equilibrio.
En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Biles tuvo que retirarse por problemas de salud mental, y esta decisión dio pie a debates sobre la inmensa presión a la que se someten los deportistas. Desde entonces, se ha convertido en una fiel defensora de la salud mental.
Rebeca Andrade, originaria de Sao Paulo, comenzó a practicar gimnasia a los 5 años, después de que su tía la llevara a los entrenamientos del gimnasio donde trabajaba. A los 7 años, inició su carrera en el Gimnasio Bonifácio Cardoso como parte del proyecto social Iniciación Deportiva de la Prefectura de Guarulhos, en la región metropolitana de Sao Paulo. A los 13 ya había conseguido ganar una medalla de plata por equipos y la medalla de oro en el ámbito individual en las pruebas de salto, ejercicio en suelo y bronce en la barra de equilibrio.
En los JJ OO de Tokio 2020, Andrade hizo historia al ganar la medalla de oro en salto de potro y la medalla de plata en el concurso completo individual, y se convirtió en la primera mujer brasileña en logarlo.
Ambas han coincidido en estos Juegos Olímpicos de París 2024 y han dejado entrever la buena sintonía que hay entre ellas. A pesar de no poder comunicarse fluidamente, porque Rebeca no habla inglés y Simone no habla portugués, se comunican a través de gestos y siempre están apoyándose la una a la otra. Algo que no ha pasado desapercibido entre sus fans que se han arrojado a fantasear con una relación romántica entre ellas.
ela usa prata e eu uso ouro pic.twitter.com/uu1LZXfvSt
— paulo (@voleyballec) August 5, 2024
Biles partía como favorita para todas las pruebas en las que competía, pero uno de esos oros que se le han resistido ha sido el de suelo, ya que lo ganó Andrade. A la hora de recibir las medallas, el gesto de las deportistas estadounidenses que la acompañaban en el podio (Simone Biles y Jordan Chiles) ha sido más que reseñable. Demostraba los valores de la amistad y deportividad, y ha servido para que las fans sigan alimentando el shippeo.
La brasileña ha agradecido el gesto: “Fue muy bonito por su parte. Son las mejores del mundo. Lo que han hecho significa mucho para mí. Me siento honrada. Siempre nos apoyamos mutuamente. ¡Hemos demostrado el black power! Ya fuimos tres negras en los Mundiales y ahora en los Juegos Olímpicos”.
Simone Biles admitió en una rueda de prensa, tras la entrega de medallas, que Rebeca Andrade era su principal rival, y que al ver el ejercicio de la brasileña se obligó a dar lo mejor de si misma para competir y estar en lo más alto: “Significa muchísimo para mí y es una locura. No quiero competir con Rebeca. No más. Estoy cansada como si ella estuviera demasiado cerca. Nunca he tenido una atleta tan cerca”.
🗣️ «I’ve never had an athlete that close, so it definitely put me on my toes and brought out the best athlete in myself.»
Simone Biles 🤝 Rebeca Andrade. Respect!#Paris2024 @Paris2024 @Gymnastics pic.twitter.com/WZkXBXqTde
— The Olympic Games (@Olympics) August 2, 2024
¿Tendrán razón las fans y está surgiendo algo entre ellas más que una bonita amisatad? En cualquier caso, es destacable ver cómo dos rivales se apoyan de una forma tan sana en el deporte y dejan la competitividad a un lado.