El nombre de Sandra Romero es uno de esos que conviene no olvidar. Es una de las directoras más prometedoras del momento. Tras haber dirigido algunos capítulos de Los años nuevos, la aclamada serie de Rodrigo Sorogoyen, la sevillana se lanza a la gran pantalla con Por donde pasa el silencio, el debut español más emocionante del año. La cinta está siendo una de las grandes sorpresas de esta temporada de premios, donde acaba de alzarse con el galardón a Mejor película en el LesGaiCineMad 2024. La cineasta se postula como una de las nominadas a Mejor dirección novel en la próxima edición de los premios Goya.
Hemos hablado con ella para conocer de cerca todo lo que hay detrás de Por donde pasa el silencio, una película llena de representación LGTBIQ+ que narra la historia de Antonio, que vuelve a su pueblo de Sevilla en plena Semana Santa para reencontrarse con su familia y su hermano mellizo Javier, que tiene una discapacidad física y necesita su ayuda.
La película está protagonizada por Antonio, Javier y María Araque, tres hermanos en la vida real que conocen muy bien a la directora, amiga de Antonio de toda la vida de Écija, su pueblo natal. «La escritura de la película coincidió con una vuelta forzada al pueblo, por culpa de la pandemia. Fue la primera vez que pasé tanto tiempo en mi casa después de haberme ido, la segunda fue para rodar la peli… Es lo bonito de la ficción, que hay un regreso a los orígenes que ha coincidido con un regreso real. Antonio, el protagonista, es amigo mío de siempre, del mismo pueblo, y ambos hicimos ese mismo viaje y durante el rodaje lo sentíamos de verdad. Y hay algo muy real en este viaje, que hacemos muchas personas: cuando volvemos, descubrimos que allí la vida ha continuado, nuestra familia envejece y las cosas cambian».
El personaje de Antonio, el protagonista, es homosexual y su historia es completamente independiente de ello. La trama no gira alrededor de su condición, que es solo una característica más del personaje: «Con la película yo tenía una intención muy clara, y es que a través de conversaciones y situaciones podríamos entrever el pasado de los personajes, sobre todo de Antonio, pero a mí me interesaba el presente, y en ese presente su sexualidad no es ningún problema. Al igual que tampoco lo es para la hermana. Era mi forma de reivindicar la libertad LGTBIQ+, de crear referentes. Que una película la protagonicen gais o lesbianas no tiene nada que ver con que la película vaya precisamente de eso. Tenemos otras cosas en la vida además de lo que somos. Me reconforta haberlo hecho así, pero otra persona lo hubiese hecho hetero porque, claro, si su problema no es ser gay… ¿para qué lo va a ser?».
Ver galería
Por ello, mucha gente ha celebrado la película, que se convirtió en la gran triunfadora de la pasada edición del LesGaiCineMad de Madrid. «El premio ha sido todo un regalo y algo que no esperábamos. Mucha gente me agradeció la representación de la película y me dijeron que ojalá fuese así el futuro del cine LGTBIQ+. El público quiere verse en el cine sin que sus tramas giren alrededor de su sexualidad, porque también tiene sus propias vidas, ideas y dramas. A mí me encantaría ir al cine a ver una peli de aventuras o un thriller y que esté protagonizado por personas LGTBIQ+, sin que la trama gire en torno a eso. De todas formas, no se puede obviar que sigue existiendo una problemática muy grave. Lo hemos visto estas últimas semanas con el juicio por la muerte de Samuel Luiz… Aún queda mucho por lo que seguir luchando».
La cinta nació a partir de un cortometraje –del mismo nombre– que contaba la historia de Antonio con su expareja en medio de la procesión del silencio, en la Semana Santa sevillana. Y aunque esta historia también forme parte de la película, en ella hay mucho más. Por donde pasa el silencio es una lanza que te atraviesa con delicadeza, sencillez y mucha verdad. Que, a su vez, también atraviesa a una generación de jóvenes que huyeron a la ciudad para encontrarse a sí mismos, y no fue hasta que volvieron al pueblo cuando realmente lo hicieron. Una historia de cuidados, familia, amor e incomunicación.
POR DONDE PASA EL SILENCIO YA SE PUEDE VER EN CINES