El pasado sábado a las 10:30h de la mañana, una pareja paseaba tranquilamente con su perro por la zona del Torrent de Coanegra, en el municipio mallorquín de Marratxí. El perro corrió hacia un punto concreto y comenzó a olfatear entre los arbustos, y entonces la mujer vio el cuerpo de un hombre, inmóvil, con signos evidentes de violencia y parcialmente cubierto por la vegetación de la zona.
Poco tiempo después, los agentes de la policía local y la guardia civil se personaron en lugar y acordonaron la zona para investigar qué había ocurrido. El primer paso fue identificar a la víctima: Federico B.S., un hombre de 34 años, residente en Palma, que había comenzado una relación hacía tres meses con Sebastián. Este fue arrestado doce horas después de que la policía tuviera conocimiento del suceso como uno de los principales sospechosos y presunto autor del crimen debido a las incongruencias en su relato y a las distintas pruebas recabadas.
Sebastián vivía con sus padres a pocos metros de donde ocurrió el crimen y, según explican fuentes cercanas al medio El Español, la relación había estado marcada por los conflictos, aunque no se tiene registro de denuncias previas por violencia entre ambos.
Según las primeras hipótesis, la noche del viernes los dos hombres se encontraron en el lugar de los hechos, aunque no se tiene claro si la cita fue planificada o no. Ambos discutieron de manera acalorada y, supuestamente, Sebastián habría cogido una piedra y con ella habría golpeado en repetidas ocasiones a Federico, lo que causó múltiples fracturas en el rostro y en el cráneo. El lugar del suceso podría haber sido en factor clave en este fatal desenlace, ya que no había nadie cerca para poder intervenir o socorrer a Federico.
El ensañamiento fue tal que los forenses no han podido determinar cuantos impactos recibió, por lo que le han realizado un TAC para establecer con mayor detalle las lesiones. A pesar de este acto de “furia descontrolada”, no parece que fuese un ataque premeditado.
Los vecinos de la zona están en shock. “Nunca imaginaríamos que algo así pudiera pasar aquí. Es un lugar tranquilo y estamos todos consternados”, contó uno de ellos. Mientras tanto, la policía sigue trabajando para recabar más pruebas y cerrar el caso. El detenido continúa en las dependencias de la guardia civil de Palma.
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