Julie Baker no daba crédito cuando recibió hace unos días una carta amenazadora donde uno de sus vecinos la tachaba de “insolentemente gay” y apelaba al decoro en “un barrio cristiano y con niños”. Todo a causa de unos tarros de colores colgados de una cuerda, convertidos en lamparas solares, y que reproducían en orden los tonos del arcoíris.
“Abrí la puerta y me encontré una nota de mi vecino en relación a un conjunto de luces solares que había fabricado con unos tarros. Le molestó que la disposición formase un arcoíris”, explica Baker , residente en un barrio de Baltimore (EE UU).
Esta es la carta en cuestión, y dice así: “Su patio se está convirtiendo en algo insolentemente gay. Yo y otros vecinos del barrio pedimos que baje ese tono. Esta es una zona cristiana y hay niños. Si sigue así me veré obligado a llamar a la policía. Usted debería tener algún tipo respeto por Dios”, que iba valientemente firmada por “un propietario preocupado”.
Julie contestó a través de una web: “Soy una mujer viuda y madre de cuatro hijos, mi hijo menor estudia en la escuela secundaria y no pienso ceder al odio. En su lugar, voy a luchar contra este con fantasía, belleza, risa y amor, y con todo esto voy a envolver mi casa, mi patio y mi familia”.
De esta forma, Julie planteó su situación y busco apoyos a través de un crowdfunding, una campaña online para recaudar fondos y donde solicitaba ayuda para hacer su patio lo más gay posible, instalar muchos y muchos arcoíris y pintar la casa de todos los colores.
La campaña está teniendo mucho éxito, Julie ya cuenta con 281 donativos, lo que supone unos 4.000 dólares para convertir su hogar en una morada supergay. Si tú también estás interesado en apoyar a Julie en su lucha contra sus vecinos homófobos, aquí te dejamos el link de la campaña.
Bien hecho, Julie. Esperamos ver pronto ese bonito patio terminado.