Diego de la Viuda (director de casting de 'Bake Off'): "Los realities ya no tratan a los concursantes LGTBIQ+ como una especie de 'freak show'"

Temas: Eduardo Navarrete, Joshua Velázquez, Maestro Joao, Maestros de la costura, MasterChef, Nagore Robles, Reality, Televisión, Yurena

Con una carrera más que consolidada en programas como Gran Hermano, MasterChef, Baila como puedas o Maestros de la costura, Diego de la Viuda es especialista en descubrir talento. Su instinto y su enfoque inclusivo han engrandecido los castings en los que ha participado, y su trabajo al frente de Bake Off es un ejemplo más. El concurso de repostería, considerado «el más dulce de la pequeña pantalla», ha apostado por un elenco de celebridades que destroza estereotipos y apuesta por la visibilidad de distintas realidades LGTBIQ+.

Y es que uno de los aspectos más aplaudidos de esta tercera edición de Bake Off es, por su puesto, el casting que ha capitaneado Diego. Con concursantes como la entrañable astróloga Benita, “que ha culminado su transición durante el programa”, o la comunicadora e influencer Nagore Robles, «todo un referente lésbico», el programa ofrece en la cadena pública una plataforma única para celebrar personalidades que no siempre tienen espacio en la parrilla. Diego no busca solo los mejores perfiles, sino también aquellos que esconden ingredientes únicos y realidades vibrantes para enriquecer la narrativa del show. De la Viuda subraya la importancia de dar espacio a voces que encarnen lucha, valentía y amor porque son las que logran naturalizar esa diversidad que siempre ha existido en la sociedad.

Demostrando un olfato para el entretenimiento que va más allá de la simple selección de concursantes, Diego se esfuerza en conectar con ese público que está en los márgenes, que no forma parte de lo normativo y que, por tanto, necesita mayor representación. Esa misma que a él le hubiera gustado tener cuando era pequeñito pero que, sin embargo, no le ha cortado las alas para acabar dedicándose al espectáculo. En todos los sentidos. Porque además de trabajar en las entrañas de la tele, el bilbaino también ha llevado durante muchos años el traje de DJ, pinchando música y soltando pluma como Lady Ego en multitud de eventos y fiestas LGTBIQ+. Ahora, con el foco puesto en nuevos proyectos, sigue apostando por una televisión que no solo divierta, sino que, sobre todo, deje huella.

«El casting de ‘Bake Off’ es el más diverso, loco y ecléctico de la televisión»

SHANGAY ⇒ ¿Qué tiene de especial Bake Off en relación a otros castings en los que has participado?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Para mí, Bake Off, aparte de ser el programa más dulce de la televisión, es un sueño cumplido porque yo era seguidor en ediciones anteriores. Así que formar parte de este talent tan mágico y, además, hacerlo como director de casting, es un poco el peak de mi carrera. Ha sido un regalo de la profesión.

SHANGAY ⇒ De Mario Jefferson a Víctor Sandoval, Nagore, Benita o Yurena… ¿Eres consciente de que has conseguido el casting más diverso del momento?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ El casting de Bake Off de este año es el más diverso, loco y ecléctico posible, como dicen muchos críticos de tele. Creo que era momento de darles el valor que tienen a estas celebrities que ya habían brillado en otras cadenas, muchas veces desprestigiadas por formar parte del universo del reality y del corazón, y de hacerlo en el ente público, que es la televisión de todos. No solo es un mérito mío, también de Televisión Española, que me ha dejado hacer y ha tenido a bien apostar por este casting que tantas satisfacciones nos está dando a todos.

SHANGAY ⇒ ¿Este espíritu tan inclusivo del casting fue intencionado?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ No es intencionado, pero yo entiendo la televisión y el entretenimiento como una plataforma para visibilizar muchas historias y realidades que otras personas no tienen forma de conocer. Por lo tanto, creo que era importante tener a personas que, además de ser profesionales en sus diferentes sectores, tuvieran una historia que contar bajo del prisma del entretenimiento y la televisión. En Bake Off tenemos a Benita, que ha culminado su transición con el cambio de nombre. Que Benita haya visibilizado su historia, la de una mujer trans madura, es algo poco habitual y necesario. También contamos con Nagore Robles que, además de ser un referente lésbico, es una mujer diez en todos los sentidos: empoderada, inteligente y una de las más influyentes del país. Mario Jefferson, además de ser un cantante superversátil, tiene dentro de él mil y una voces, de Melody a Shakira, Leire Martínez o Amaia Montero. ¡Un lujo! Víctor Sandoval es todo un experto en entretenimiento; ya había trabajado con él en GH VIP, y tenerle era una apuesta segura de buenos momentos. Yurena ha sido un personaje de nuestra cultura pop muy vilipendiado y le debemos mucho. Está a punto de estrenar su biopic, así que era el momento perfecto para disfrutarla y darle todo ese amor que le debemos. ¡Además es bisexual! Si es que al final hay representantes de casi todas las letras del colectivo LGTBIQ+. Todas son bienvenidas ,y yo voy a darles cabida a todas, antes de que nos invisibilicen quitándonos la Q+.

«La televisión es clave para visibilizar historias LGTIQ+”

SHANGAY ⇒ ¿Qué es lo más surrealista que te ha ocurrido en Bake Off?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Ha habido caídas, resbalones, enfados, rivalidad, ataques de ansiedad… Hemos tenido que acompañarles al hospital por mil infortunios que ocurren en un programa tan completo, con tanta tensión y en el que hay tartas, hornos encendidos. Ha habido un sinfín de situaciones locas, pero esa es un poco la gracia del programa, ¿no?

SHANGAY ⇒ ¿Y la anécdota más LGTBIQ+?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Aparte de la tarta arcoíris de siete pisos, el momento en que Benita cambió su delantal de Maestro Joao por el del nombre con el que se identifica y que le corresponde, que es Benita… Me pareció muy bonito.

SHANGAY ⇒ ¿Te parece importante que la televisión se preocupe en dar visibilidad LGTBIQ+?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Sí, me parece importantísimo que la televisión y el entretenimiento en este caso den visibilidad a nuestro colectivo, más que nada porque quizás nosotros, como miembros del colectivo, sí que lo tenemos mucho más naturalizado en nuestro entorno, pero estoy seguro de que en muchos lugares de España no todo el mundo tiene un amigo gay, no todo el mundo conoce a una trans en su pueblo, no todo el mundo tiene en su entorno una lesbiana…, pero la televisión llega a todas las casas, en todas las casas hay una tele. Poder dar a conocer esas historias y visibilizar esas realidades a través del entretenimiento, que es lo que más se consume, y de la televisión, me parece una oportunidad para poder darnos a conocer y que la gente naturalice estas situaciones que están en el día a día, están en las calles, aunque no todo el mundo tiene la posibilidad de conocerlas en su entorno más cercano.

SHANGAY ⇒ ¿Cuáles fueron los primeros referentes LGTBIQ+ que recuerdas?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Yo nací en 1985, así que mis referentes gais en televisión fueron escasos. Recuerdo a Pedro Almodóvar y a Antonio Gala. Poco a poco, con la llegada del entretenimiento, aparecieron Boris Izaguirre y Jesús Vázquez. Fue una pequeña eclosión que demostraba que existíamos y que aquí estábamos. Es cierto que para un niño era difícil sentirse identificado con un hombre como Antonio Gala por la diferencia de edad y la distancia generacional. Con la llegada de Jesús Vázquez se naturalizó algo más, era la personificación de que existía otra realidad con la que podíamos identificarnos. Siento que los chavales de ahora, la gente joven de esta generación, tienen muchísimo más referentes en los que fijarse. Es esperanzador saber que hay gente de su edad, con sus mismas preocupaciones, y en las que se pueden ver identificados, cosa que yo no tuve. Pero, bueno, el tiempo hace que todos encontremos en nuestro entorno personas con las que construir un hogar.

SHANGAY ⇒ ¿Sientes que ha cambiado mucho el perfil de los primeros concursantes LGTBIQ+ desde los primeros realities a la actualidad?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Sí, el perfil de la gente LGTBI en realities y concursos ha cambiado mucho en los últimos años. Me da la sensación de que en los primeros años lo noticiable era, por ejemplo, que un trans entraba en el programa, con todo el morbo que ese dato podía generar entonces. No se trataba a los concursantes como si fueran personas que forman parte de nuestra sociedad, sino como reclamos de una especie de freak show. Con los años, con la evolución y la naturalidad con la que vivimos cada vez más en la sociedad, se han ido incluyendo personas del colectivo sin colgarles de entrada esa etiqueta tan limitadora de «el gay de la edición», «la lesbiana de la edición» o «la trans de la edición».

SHANGAY ⇒ A los que dicen que los concursantes LGTBIQ+ de los realities siempre responden a personalidades extravagantes y explosivas, que no son “personas normales”, ¿qué les dirías?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Mucha gente que ve este tipo de programas de talent y de reality dice eso de que “no hay gente normal”, pero es que, al final, la gente normal no nos despierta interés. Por ejemplo, ahora que está triunfando Montoya en La isla de las tentaciones, ¿por qué nos llama la atención? Porque no es una persona normal. Es una persona muy explosiva y expresiva, cualidades que hacen que el entretenimiento sea más puro. Son personalidades difíciles de encontrar, porque hay una entre un millón. Dar con ellas es encontrar oro.

SHANGAY ⇒ ¿De qué personajes LGTBIQ+ que hayas descubierto te sientes más orgulloso?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ En mi carrera profesional y personal es un orgullo haber descubierto a personas como Eduardo Navarrete, que se ha convertido en una gran celebrity. Aparte de su faceta como diseñador, ya ha participado en MasterChef Celebrity, y ahora también ha fichado por El desafío. Eduardo es una persona muy completa, y estoy encantado de haberle dado la oportunidad de llegar a un programa de televisión y de convertirse en quien realmente siempre deseo ser. También está Joshua Velázquez, le contacté para el primer Maestros de la costura pero no fue hasta hasta el tercero cuando entró y, finalmente, ganó. También fiché a Carlos Peña, que participó en Secret Story y se convirtió en el primer nobinarie de un reality. ¡Ah!,no se me puede olvidar la actriz Lola Buzón que está increíble en Te estoy amando locamente. Estoy encantado de poder haberles ayudado a todes y cambiarles un poco la vida.

SHANGAY ⇒ ¿Todos tus fichajes en los casting son «amor a primera vista»?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Siempre. Cuando te dedicas a esto del casting, no solo te puedes cerrar a tu horario laboral. Yo, por ejemplo, salgo, voy a un restaurante, quedo con amigos y siempre hay alguien que conoces y piensas: «Joder, esta persona es lo más, podría brillar o lo petaría en televisión”. Hay gente que en cuanto la conoces, te enamora. Es un autentico flechazo.

«Siempre busco talento, incluso en cenas con amigos»

SHANGAY ⇒ ¿Se te ha resistido alguien a quien quisieras fichar?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Sí. Aunque soy muy persistente. Yo necesito escuchar al menos dos veces un ‘no’ para tirar la toalla. Me ha pasado lo de lanzar el guante a un candidato potencial porque ves que esconde mucho talento, te dice que no y luego aparece en otro programa, y piensas «joder, qué pena, se me escapó.» Pero bueno, estas cosas pasan y, si no brilla contigo, brillará con otro. Es como las relaciones de pareja: si no es feliz contigo, lo será con otro.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo es tu relación con el hate que reciben tus concursantes?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Me tomo muy en serio mis programas, y eso se traduce también a mirar las redes sociales cuando están en emisión. Todos podemos opinar, faltaría más, pero a veces noto que hay críticas bastante injustas y gratuitas. Bajo el anonimato se esconden ataques hacia personas que ha costado mucho que lleguen hasta ahí. Eso fastidia. Porque las redes, al igual que te aúpan, también te pueden llevar a los infiernos. Así que, igual que me enorgullece cuando a uno de mis concursantes le quieren y le cambia su vida a mejor, también me siento responsable de alguna manera cuando recibe demasiado hate.

«Las redes sociales pueden aúparte o llevarte a los infiernos»

SHANGAY ⇒ ¿Hay algún programa en el que te habría gustado participar?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ En mi carrera he hecho muchísimos programas: Maestros de la costura, MasterChef, Gran Hermano…, pero siempre queda alguna espinita clavada. Yo empecé en la televisión porque mi sueño de adolescente era formar parte de Aquí hay tomate, y justo cuando terminé mi carrera y me vine a Madrid a trabajar, se acabó El tomate. Esa fue mi primera decepción. También me habría encantado formar parte del universo Sálvame, porque creo que es un programa que ha cambiado la historia de televisión. Supervivientes también me apetecería como experiencia vital. ¿Algo más actual…? Me encantaría formar parte de mi programa favorito, que es Mask Singer. Me flipa el programa y la idea. Me parece que es el mejor programa de la televisión. Es otro sueño que no sé si alcanzaré en algún momento.

SHANGAY ⇒ ¿Participarías en un reality como concursante?
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ No tengo la capacidad ni la valentía de formar parte de un reality. Todos tenemos un lado bueno y un lado malo, y yo me preocupo mucho en mostrar mi lado bueno, por eso no sé si estaría dispuesto a mostrar las cosas que menos me gustan de mí y que pueden aflorar cuando tengo hambre, sueño o cansancio. No sé si tendría la generosidad. Por eso considero tan valientes a aquellas personas que dicen «sí, con todo» y deciden mostrarse tal y como son.

«De pequeño bailaba escondido para no mostrar mi pluma»

SHANGAY ⇒ Como DJ has pinchado en algunos de los eventos y fiestas LGTBIQ+ más importantes…
DIEGO DE LA VIUDA ⇒ Mi faceta profesional en la tele como director de casting, coordinador de actores o lo que fuese que hiciera en cada uno de los programas en los que he trabajado, la he alternado con una faceta más artística, la de DJ. Hace quince años construí un personaje que se llamaba Lady Ego, que me ha dado muchísimas satisfacciones y que este año he decidido enterrar: Han sido años muy divertidos y felices. ¿Quién me iba a decir a mí cuando era un niño y bailaba escondiendo toda mi pluma que algún día podría estar en el escenario de un Wizink Center, en mi caso dos, o en un Palau Sant Jordi? Y yo ahí, bailando con todo mi plumerío y con todas esas cosas que en un momento dado de mi vida pensé que eran nocivas. Por eso, si pudiera hablar con aquel pequeño Diego, le diría: “Tú tranquilo, baila ahora a escondidas si quieres, porque llegará un momento en que lo podrás hacer delante de mucha gente que te aplaudirá y a la que le gustará lo que haces”. Creo que es una satisfacción personal que pocas veces la gente puede conseguir, y me siento plenamente satisfecho y afortunado.