Desde su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump ha iniciado una cruzada contra las personas trans. En su primer día de mandato firmó una norma para reconocer únicamente los géneros femenino y masculino asignados al nacer. Desde entonces, han sido numerosas las medidas aprobadas por el presidente estadounidense que atentan contra los derechos del colectivo. Sin embargo, esta semana el juez Brendan A. Hurson ha bloqueado los decretos que impedían el acceso a tratamientos de afirmación de género a menores de edad.
Uno de los decretos firmados por Donad Trump ordena a las agencias federales asegurar que los fondos de investigación o educación no apoyen la “ideología de género”, definida como la idea de que “los hombres pueden identificarse como mujeres y viceversa”. El segundo, exige a las agencias retener fondos de los proveedores médicos que ofrezcan bloqueadores de pubertad, hormonas y cirugías a personas menores de 19 años como tratamientos de afirmación de género. Desde la aprobación de estas medidas, clínicas de todo el país cancelaron citas médicas con menores trans que estaban recibiendo estos cuidados.
Todo comenzó con la demanda de seis familias de adolescentes trans de Maryland, Nueva York y Massachussets. Los demandantes argumentaron que sus tratamientos están siendo amenazados por dos de los decretos ejecutivos de Trump. Las familias también defendieron que los decretos violan las leyes existentes contra la discriminación por motivos de sexo. En febrero, el juez emitió una orden de restricción temporal mientras el caso siga su curso legal, y esta semana se ha ampliado la suspensión a nivel nacional.
Esta no es la primera vez que el sistema judicial estadounidense impide que la agenda antitrans de Trump salga adelante. Hace unas semanas, otro juez bloqueó el traslado de más de una decena de presas trans a centros penitenciarios masculinos.