Hace unos meses, el presidente ultraderechsita de Hungría, Viktor Orbán, prohibía por ley la marcha del Orgullo LGTBIQ+ de Budapest. Sin embargo, el pasado sábado 28 de junio, miles y miles de personas marcharon por el centro de la capital en un Orgullo histórico que desafió al Gobierno de Orbán y demostró que la sociedad húngara no tolerará que recorten sus derechos.
Los organizadores tenían previsto que acudiesen alrededor de treinta y cinco mil personas, pero el número de asistencia superó con creces las expectativas. Según Máté Hegedus, portavoz del Budapest Pride, acudieron unas doscientas mil personas, entre las que se encontraba el alcalde de Budapest, Gergely Karácsony.
La presencia extranjera fue clave en la manifestación. Según informa la SER, setenta eurodiputados se sumaron a la marcha. También lo hicieron políticos de toda Europa, incluidos miembros del Gobierno de España como la vicepresidenta Yolanda Díaz o el ministro de cultura Ernest Urtasun, además de miles de activistas de distintos países.
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Bajo el lema “La libertad y el amor no pueden ser prohibidos”, la marcha dio comienzo a las 15h en la plaza del Ayuntamiento. Desde ahí partieron hacia el bulevar del Museo, recorrieron el bulevar Vamhaz hasta llegar al puente Szabadság, donde dejaron una de las imágenes más emblemáticas de la manifestación, con el puente abarrotado.
El Gobierno había aprobado multas de hasta 500 euros (200.000 forines húngaros) para todo aquel que acudiese al Orgullo y autorizó, al menos, dos manifestaciones de ultraderecha. Sin embargo, los intentos de Orbán de boicotear este Orgullo ‘ilegal’ no dieron sus frutos.
Presencia española en el Orgullo de Budapest
En la cabeza de la manifestación, junto al alcalde de Budapest se encontraba la vicepresidenta Yolanda Díaz, que hizo un llamamiento a «no odiar sino a lanzar una bandera de diversos colores y esperanza», y aseguró que «cuando un colectivo como las mujeres o personas LGTBIQ+ ganan derechos, el conjunto de la sociedad gana derechos».
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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, también acudió a la manifestación, y afirmó que «las ciudades europeas son los auténticos bastiones de resistencia contra esta ola reaccionaria que está barriendo Europa y que tiene como máximo exponente al Gobierno de Orbán».
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También marcharon por las calles de Budapest otros políticos españoles como Eduardo Rubiño, de Más Madrid, que celebró que “si Orbán quería que la gente no se echara a las calles, no lo ha conseguido”, o la ex ministra de igualdad Irene Montero, que sostuvo que “ni Orbán ni nadie va a poder prohibir el Orgullo porque nadie puede prohibir que seamos quienes somos».
No cabía nadie más en el puente del Río Danubio, gente llorando de la emoción…
Este es el principio del fin de Orbán. pic.twitter.com/dE57gOQuyD
— Eduardo Rubiño 🏳️🌈 (@EduardoFRub) June 28, 2025
Orbán ha prohibido el Orgullo y esta ha sido la respuesta. Más visibilidad y mucho LGTBIAQ+ para parar su fascismo y su odio 💜🏳️🌈🏳️⚧️✊ pic.twitter.com/wgf7vUlc51
— Irene Montero (@IreneMontero) June 28, 2025