Justicia para este chico despedido por tener VIH

Temas: VIH

“Quiero que sepas que tengo VIH y que un día al mes tengo que ir al hospital a por mis pastillas”. Daniel no se imaginaba que esta confesión le iba a suponer un despido fulgurante pocas horas después de acceder a su puesto de trabajo. Fue desvelar que era seropositivo y ser informado a través de un mensaje telefónico que no era necesario que volviese, tal y como cuenta el protagonista para eldiario.es.

No obstante, la empresa negó que ese fuera el motivo del despido: “Llevaba un día y medio de trabajo y se encontraba mal, sudando mucho. Le dije que se fuera a casa y que se necesitaba a alguien en plenas facultades porque en el verano es temporada alta, no alguien delicado”.

Estas declaraciones se contradecían con los mensajes que Daniel aporta como pruebas. En ellos podemos leer cómo la jefa se siente incluso traicionada por ocultárselo: “Siento mucho lo que te ocurre pero no me parece justo que no me lo hayas comunicado antes de contratarte. Tengo un negocio de restauración y, al menos, me podías haber contado esto. No puedo arriesgar”.

Es necesario recordar que la Unión Europa solo especifica en sus normas en cuanto a higiene que hay que tener ciudado con “las personas que padezcan o sean portadoras de una enfermedad que pueda transmitirse a través de los productos alimenticios, o estén aquejadas, por ejemplo, de heridas infectadas”. El sida, por supuesto, no se transmite a través de los alimentos.

Pero la cruzada no cesaba ahí. El local que le despedía anunciaba que iba a emprender acciones legales contra la víctima y volvía a negar que hubiese discriminación. Por lo tanto, teníamos a un chico con VIH y sin trabajo, una empresa con dos versiones opuestas y cruce de denuncias en camino.

Desde entonces, hemos podido ver a Daniel (por cierto, con serios problemas psicólogicos) luchando por su inocencia. También protagonizando la campaña #PonteEnMiPiel, donde junto con varios rostros conocidos intentaba concienciar a la sociedad sobre lo que supone ser portador del virus.

Hasta este pasado lunes, momento en que la asociación LGTB Imagina Más comunicaba que “el bar Mokäi ha reconocido en el acto de conciliación ante el juzgado la improcedencia de su despido al haberle discriminado por tener VIH”. Justicia lo llaman.

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