Se denomina cruising a la práctica de buscar una pareja sexual en un lugar público, caminando por la calle o conduciendo, suele ser de manera anónima y no se repite con la misma persona. Este concepto se emplea también para referirse al sexo esporádico que se encuentra a través de Internet.
Este fenómeno se empezó a desarrollar en los años 60 entre hombres homosexuales en una época donde ser gay estaba mal visto y penalizado, era un código secreto para poder proteger las relaciones sexuales entre dos hombres. Independientemente del origen, el término se emplea para definir las relaciones sexuales en lugares públicos —parques, playas, baños públicos, centros comerciales, aparcamientos, entre otros— con desconocidos.
Hay historiadores que afirman la existencia de referencias que definen prácticas donde dos hombres mantenían relaciones sexuales y lugares para realizar intercambios en el siglo XVII, esta información aparece en el libro La mala vida en Barcelona, Max Bembo.
Las relaciones al aire libre se siguen haciendo en la actualidad y no son penadas por ley en España, excepto que se realicen delante de un menor o de una persona con discapacidad, cuando sí se establecen multas. Un lugar muy conocido en España, son las dunas de Maspalomas que ya ha empezado a sufrir las consecuencias de esta actividad.
Por qué se practica el cruising
En una época anterior era una práctica ejercida por hombres homosexuales en su mayoría. En la actualidad, independientemente del género o la orientación sexual las personas practican cruising por diversos aspectos excitantes:
- Algunas personas sienten placer con la posibilidad de ser pillados teniendo sexo por eso lo hacen en lugares públicos porque el riesgo es mayor. La situación les garantiza un morbo extra.
- No es lo mismo ser pillado que ser visto. Ciertos individuos encuentran placer con la oportunidad de que les miren, es exhibicionismo y se excitan cuando les miran teniendo sexo. En los sitios donde se práctica el cruising hay gente por lo que es perfecto para este tipo de gustos.
- Hay otros aspectos excitantes como la posibilidad de tener una experiencia sexual con alguien que desconocemos, esto es una fantasía para algunas personas y la pueden hacer realidad con el cruising.
- El último aspecto excitante de este concepto tiene mucho que ver con la imaginación. La expectativa que se crea en la cabeza al acercarase a este tipo de zonas puede ser la clave del placer junto con la intriga de no saber lo que va a suceder.
Prejuicios frente al cruising
Hay muchos prejuicios dentro de esta práctica que puede realizarse perfectamente de forma sana y consensuada. El cruising carece de buena fama porque el sexo anónimo se asocia con la promiscuidad y con el vicio, una visión que pertenece más a un tiempo pasado que a uno presente, aunque sigue habiendo mentalidades que no pueden comprender estas actividades.
Otro prejuicio es que se relaciona con el colectivo homosexual, por lo que existe el prejuicio de lo no heterosexual. Como ya hemos aclarado, esta práctica no es exclusiva de hombres homosexuales, pero personas homófobas intentan asociar estas prácticas (que no consideran adecuadas) a personas homosexuales.