Mariah Carey, diva entre las divas, ha recibido la estrella número 2566 del Paseo de la Fama de Hollywood. Han tenido que pasar ocho años desde que se decidiera reconocer a la neoyorkina con este honor para que Carey tuviese un hueco libre en la agenda para celebrar la mítica ceremonia.
Fans, amigos y familia rodearon a la Carey en un día tan especial. Con unas grandes gafas de sol y un vestido negro de lentejuelas –escote pronunciado y ajustado a lo Mariah Carey–, la cantante no defraudó a nadie, permaneciendo fiel a su estilo habitual y luciendo más feliz que nunca.
Pero aun así, la ganadora de cinco premios Grammy no fue la protagonista absoluta de este evento. Entre ese grupo de afortunados que pudieron asistir al momento en el que Mariah se convertía en una leyenda viva del mundo de la música, se encontraban sus gemelos de cuatro años, Moroccan y Monroe. Muy elegantes, vestidos a juego, los pequeños –especialmente Moroccan– no pararon de moverse en toda la celebración.
Aunque mamá Carey intentó calmarles, no hubo manera. Finalmente, Moroccan se agarró a la pierna de su madre en el momento de la foto. AUn sin tener toda la atención que ese día iba a ser para ella, Mariah no dejó de brillar como la estrella que es.
Además, se ha anunciado que Carey será una de las celebrities invitadas en la nueva temporada de la exitosa serie Empire, ambientada en el mundo del hip hop. Actualmente, la diva tiene una residencia en el hotel Caesar’s Palace en Las Vegas, con un espectáculo que repasa sus temas inolvidables.
La intérprete de éxitos universales como Fantasy, Without You o Emotions una de las artistas más exitosas de la historia moderna, ha sido número uno en listas de todo el mundo numerosas veces y está entre las cantantes femeninas que más discos ha vendido a lo largo de su carrera.
Y es que, cifras aparte, la Carey ha sido reconocida en varias ocasiones como la artista más importante de la década de los años 90, e incluso del milenio. Su impacto en la música popular es comparable solamente a un par de cantantes más. Mariah hizo que la música negra –RnB, hip hop– se acercara más que nunca al pop, creando una fórmula del éxito que, aún ahora, no falla a artistas más jóvenes. De aquí al infinito.
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