Estábamos pidiendo a gritos que Michael Hoffman dejara de hacer posturas onanistas delante del espejo y se se pasara ya al porno practicando sexo adulto. Sin embargo, ahora que lo ha hecho, pensamos que le preferíamos jugando al cinco contra uno.
Hoffman, un amigo y una chica se divierten en un sillón delante de la cámara. A priori, la escena reuniría todos los ingredientes morbosos para hacer las delicias de los fans de este modelo del fitness y profesional del sexo amateur, pero el vídeo no acaba de arrancar… Ni progresión, ni morbo, ni erecciones prolongadas, ni final feliz, ni nada de nada…
¿Será que a Hoffman le pone más mirarse a sí mismo en un espejo? ¿Será que le sobra la chica y que lo que necesita es dejarse de tonterías y entregarse de pleno al sexo gay?