Conocíamos hace unos días la visita del Rey Felipe a EE UU. El despacho oval de la Casa Blanca sirvió de escenario para que el presidente Obama y el Rey charlaran sobre las buenas relaciones entre España y Estados Unidos. Una reunión en la que el presidente quiso manifestar su estrecha colaboración bilateral con España y el rechazo a la ruptura del estado español por parte del nacionalismo catalán.
Un encuentro que discurría de manera normal hasta que la traductora metió la pata. El desconcierto se hacía presente al escuchar las palabras de la interprete, que decía: “Sé que siempre tendremos una relación muy fuerte y unida” (minuto 11:40).
Una frase que descontextualizada y con la supresión de palabras tomaba un significado diferente. ¿Acaso el Rey y el presidente mantenían una relación personal muy estrecha que nadie conocía? Eso mismo se debió preguntarse su majestad, quien miró de reojo a su delegación con cara de estar pensando “¿de qué diantres está hablando?”.
No se trataba de una confesión de Obama sobre una relación personal con nuestro Rey, o quizá una insinuación a estrechar lazos, sino que la traductora cometió el error de interpretar de manera muy libre y airada la frase exacta del presidente, que dijo: “Estamos profundamente comprometidos a mantener la relación con una España fuerte y unida”, haciendo alusión al desafío independentista catán, y que fue traducida por la intérprete (sin contextualización previa) como: “Sé que siempre tendremos una relación muy fuerte y unida”.
Malentendido que el propio Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quiso aclarar al final de la conferencia, a fin de no producir titulares de prensa indeseados. Ya se sabe, una mala traducción o una palabra fuera de contexto, y el mensaje puede ser muy distinto de lo que queríamos decir.
Conocida es la mentalidad gayfriendly del presidente Obama. Algo que comprobamos tras la sentencia del Tribunal Supremo en EE UU, cuando Obama felicitaba a la nación por la noticia. Pero de ahí a que se insinuara a otros líderes políticos abiertamente, ya nos parecía ‘too much’.