Una pizzería de Walkerton, una ciudad de Indiana (EE UU), se ha negado públicamente a servir pizzas a gays, y en varias ocasiones se ha negado a servir comida para una boda homosexual. Memories Pizza es el nombre de la polémica pizzería que ha recaudado más de 800.000 dólares donados por organizaciones de derechas tras haber adoptado esta decisión. Su propietaria, la homófoba Crystal O’Connor, no se imagibaba lo que le iba a ocurrir.
Robin Trevino y Jason Delgatto son una pareja gay de Illinois. Ambos conocían la historia de la pizzería y querían casarse, así que Trevino no lo dudó ni un segundo y cogió su coche y una cámara para inmortalizar su viaje.
Robin recorrió los 120 kilómetros que hay entre su casa y la pizzería para comprarle a la dueña dos pizzas; lo que no sabía ella es que se las comerían en la celebración de su boda gay.
Ya en el gran día, la pareja se inmortalizó comiendo la ‘pizza antigay’. Gracias al vídeo que grabaron podemos disfrutar de la gran lección que dieron a tan peculiar establecimiento, y a todos los que lo apoyan.