“Es sorprendente la incultura y los prejuicios que todavía siguen existiendo en la juventud”. Estas son las palabras de José Guerrero, un chico murciano que con tan solo 19 años, y tras haber sufrido un grave maltrato en el instituto por ser gay, se dedica a dar sesiones informativas sobre el respeto a la diversidad LGTB en los centros educativos.
El 17% de los alumnos acosados por homofobia decide suicidarse y un 75% de los jóvenes han sido testigos de agresiones por orientación sexual, una desagradable realidad que José conoce muy bien. Cuenta que en ocasiones iba paseando junto a su madre y su hermano por su pueblo y le gritaban “maricón”, incluso sus compañeros de clase tenían un grupo de whatsapp del que le habían excluido. José reconoce que cuando se enfrentó a todos estos problemas no tenía los mecanismos para saber manejarlos, y por eso decidió unirse como voluntario al proyecto Red Educación, con el que imparte las sesiones informativas. “En dos horas no puedo romperles los esquemas que llevan 16 años adquiriendo, pero sí les doy una llave que abre una puerta a un nuevo conocimiento. Ellos mismos se dan cuenta de que tienen más prejuicios de los que se creen”, afirma José, que tuvo la suficiente fuerza para no hundirse ante la ignorancia de sus acosadores. Ahora el joven ha logrado retomar el control de su vida y no le preocupa lo que digan de él…