Castillo de Praga
La fortaleza urbana constituye el castillo antiguo más grande del mundo. Prácticamente una ciudad dentro de otra, proclamada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Recomendación: No te pierdas la colorida Callejuela de Oro. En la casita azul del nº 22 trabajó Kafka un par de años. Y sube los 287 escalones de la torre de la Catedral de San Vito; el esfuerzo será recompensado por una vista de Praga que te dejará boquiabierto.
Barrio Judío
Se sitúa al norte de la llamada ‘ciudad vieja’, y es el único complejo de monumentos históricos judíos en Europa Central. Recomendación: No perderse el cementerio judío antiguo y la sinagoga española. Los amantes de los cócteles no deben dejar de entrar en Tretter’s Bar, con elegante música, fotografías de época y un interior que te transporta al París o al Nueva York de los años 30. Es habitual encontrarse a personajes populares del mundo de la política, los negocios y la cultura.
De compras por el centro histórico y las galerías comerciales
Tan solo déjate llevar. Desde la calle de París, una de las más lujosas de la ciudad, donde se reúnen modistos, diseñadores, joyeros, anticuarios, y diversos restaurantes, hasta las galerías comerciales, que ofrecen todo tipo de marcas, hay mucho que ver y comprar. Recomendación: Si te interesa el diseño, asómate a las tiendas Artěl, Kubista y Debut Gallery. Si buscas los mejores cosméticos orgánicos a base de plantas, sales minerales o cerveza, Botanicus y Manufaktura te encantarán.
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Un romántico paseo por el Puente de Carlos y el barrio Malá Strana
Caminar por el Puente de Carlos permite descubrir que cada una de sus estatuas tiene una historia diferente escondida. Cruzándolo, te adentrarás en el pintoresco y barroco barrio de Malá Strana. Recomendación: Un paseo por el Moldava, que permite disfrutar de unas vistas mágicas de Praga, en la histórica góndola Eleonora del año 1858. En un momento tan especial no podrá faltar una botellita de vino espumoso.
Puesta de largo para asistir a la Ópera Estatal o al Teatro Nacional
Merece la pena reservar una noche para disfrutar de la música en uno de los dos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, en donde los mejores compositores del mundo han mostrado su obra al mundo. Recomendación: Visitar el Teatro de los Estamentos, donde Mozart estrenó su ópera Don Giovanni y Milos Forman rodó parte de los interiores de su oscarizada película Amadeus.
Praga en un bocado
La cocina checa se ha renovado enormemente gracias a nuevos chefs que han conseguido fusionar lo mejor de la cocina tradicional con nuevas técnicas y sabores de la cocina moderna, ofreciendo así menús adaptados al turista actual. Hay mucho que descubrir en una ruta gastronómica. Recomendación: En el restaurante Field siempre te sorprenden. El Café de París, en uno de los lugares más hermosos del barrio de Malá Strana, es perfecto para amantes de la cocina con inspiración francesa.
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