“O hay cambio o hay ruptura familiar”. Con este mensaje se presentaba Montaña para intentar cambiar la situación en su casa. Su hijo transexual Jonathan y su madre Manoli se habían distanciado a pesar de haberle criado. Era el programa número 100 de Cámbiame y algo especial iba a ocurrir…
Porque en un principio, la aspirante irrumpía en la pasarela para pedir un cambio de look para ellos y que sirviese como revulsivo del mal momento que estaban viviendo. Pero, un momento, con tres estilistas en el plató, lo justo es que nadie se queda sin su parte del botín. Y así fue.
Jonathan, encerrado en el cuerpo de una mujer hasta los 15 años, iba a ser el indiscutible protagonista. Fan de Pelayo, le iba a dar al príncipe del estilo la oportunidad de verse reflejado en un adolescente. Madre y abuela se sumaban gracias a Natalia y Cristina. Todo estaba preparado.
Un último llamamiento: “Estamos en el siglo XXI y estas cosas como la de mi hijo, ni es una enfermedad ni es nada malo porque ellos sufren por nacer en un cuerpo que no es el suyo”. Se llama amor de madre. Ahora ya vuelven a sentir el cariño.